¿Quieres superar tus excusas para no hacer ejercicio?

 ¿Qué vas a hacer con tus excusas para no hacer ejercicio y cuidarte más y mejor?

No me canso de repetirle a mis pacientes que el deporte es el mejor antidepresivo y ansiolítico que conozco.

El ejercicio puede ayudarte a dejar atrás tu depresión y tu ansiedad de una vez por todas.

Con el deporte no sólo estarás cuidando tu dimensión o tu carcasa más física, tu cuerpo, sino que además también mejorarás tu salud mental.

Aun así, en mi consulta también me suelo encontrar todo tipo de argumentos (o pretextos) en contra de la práctica regular de la actividad física.

Fíjate en lo que compartía mi paciente “Lucía” en nuestra última sesión:

Me dijiste que buscara un deporte que me motivara y me ayudara a desconectar de mi estrés.

Llevo tres semanas intentando ir al gimnasio, pero es misión imposible. Casi siempre me surge alguna reunión o imprevisto y, al final, no logro ir más de un día a la semana.

En realidad, no sé si el deporte me sirve de algo.

Tengo claro que lo de correr en una cinta no me motiva en absoluto y no va conmigo.

De hecho, igual ya se me ha pasado la edad, porque me siento bastante ridícula entrando al gimnasio. Me da hasta vergüenza mirarme en los espejos o cruzarme con algún vecino.

Además, ya te dije que yo quería perder peso, y al salir de la clase de spinning, llego a casa aún con más hambre y me lo termino comiendo todo.

“Lucía”, 48 años. Administrativa. Vigo.

¿Te identificas con alguna de las palabras o «excusitas» de mi querida paciente «Lucía»?

excusas ejercicio


Nos sobran los motivos (y algunas excusas) para practicar deporte

Como ves, aunque nos sobran los motivos para practicar algún deporte, también son muchas las excusas que torpedean nuestras buenas intenciones.

Ya te he hablado largo y tendido del impacto de deportes como el running y el yoga en mi día a día, como palancas de cambio y de superación de miedos.

Eso sí, aun teniendo muy claritas los beneficios de los trotes y las asanas, lo de ponerme las mallas y las zapatillas también implica guardarme en el bolsillo las excusas y los frenos para no hacer más ejercicio y cuidarme.

Aprovechando que el 21 de junio se celebra el Día Internacional del Yoga, hoy quiero compartir contigo las excusas más habituales para no hacer ejercicio y las claves para dejar de boicotearte en tu autocuidado.

Enemigos de tu práctica constante de ejercicio

Compartamos un breve catálogo de las principales excusas que (casi) todas podemos utilizar para parapetar nuestra pereza y no hacer ejercicio.

Excusa nº 1 para no hacer ejercicio: “No tengo tiempo”.

Ésta es, sin duda, la reina de las excusas y nuestra forma favorita de “echar balones fuera”.

… Porque casi siempre hay algún hijo, jefe, cliente o pareja a nuestro alrededor al que responsabilizar o culpar: un agente externo que no nos regala esos ratitos tan necesarios para nuestro autocuidado.

Te toca, por tanto, PRIORIZAR. Utiliza tus capacidades, tu tiempo y tus recursos para hacer lo que te resulta más importante y significativo para tu SALUD.

Todas tenemos 24 horas y nuestro tiempo no se puede estirar indefinidamente como un chicle.

¿Cuánto tiempo pasas cada día en las redes sociales, por cierto? 🙁 

No regales, por tanto, tu tiempo a actividades tóxicas y HAZ tu tiempo.

La buena noticia para ti es que no necesitas pasarte dos o tres horas en el gimnasio para ser y estar más activa.

Todas y todos podemos encontrar ejercicios sencillos y realizarlos en bloques de 10 o 15 minutos tres veces al día, por ejemplo.

En los días de más “revolquín”, yo aprovecho mis pausas entre sesiones con pacientes para un mini-trote de 15 minutos, 10 flexiones + 10 burpees, saltar a la cuerda, subir y bajar escaleras y otras actividades que encuentro para mini- entrenamientos en Internet.

Enemigo nº 2 para no hacer moverte: “No me mola hacer ejercicio”.

Déjame decirte que practicar alguna actividad física y cuidarte no significa necesariamente correr un maratón o pasarse todo el día levantando pesas.

También puedes moverte mucho y bien bailando, jugando al tenis, nadando o jugando al rescate… El deporte puede llegar a ser divertido, si le das un toque de creatividad y de motivación extra.

¿Qué te parece invitar a tus amigas a mover el cuerpín contigo?

Excusa nº 3 para boicotear tu sesión de ejercicio de hoy: “Paso todo el día en la oficina y agotadísima del trabajo”.

Martes en una oficina cualquiera…

16.30h. Ainsss…. Termino este informe urgente y me voy al gimnasio.

Pero antes del informe, tengo que contestar este mail tan importante.

Por cierto… ¡Qué no se me olvide llamar al proveedor para la presentación de mañana!

Tres horas después… ¿A dónde tenía que ir yo después de trabajar? 😳 

¿Eres un poquito workaholic, tal vez? 🙄 

Si usas esta excusa como pancarta, ya va siendo hora de que te busques otra mejor.

Te recuerdo que, además de activarte y darte todo el power, moverte mejora tu humor (y tu autoestima), te ayuda a bajar revoluciones y mejora la calidad de tu sueño.

Muchas de mis pacientes se quejan a menudo de la fatiga física, mental y emocional que arrastran a lo largo de su día a día. 

Por paradójico que te parezca, hacer ejercicio te dará un extra de energía y hará sentir menos cansada.

Enemigo nº 4 para seguir «vagueando»: “Ya me he hecho mayor para esto del deporte… Se lo dejo a los jóvenes”.

Pues te adelanto desde ya, que esta premisa es total, absoluta y completamente falso. La actividad física nos brinda beneficios a todas y todos, sin importar nuestra edad.

¿Te suena de algo el nombre Shoji Tomihisa?

A modo de autorrevelación, te cuento que tampoco me resulta fácil confrontar a mis padres con la excusa “edad” a la hora de ejercitarse, cuidarse, atizar la curiosidad, hacer cosas nuevas…

Y donde se queda corta la teoría, me gusta inspirarles con ejemplos reales.

Cuanto más veo este vídeo, más me gusta…

Con 102 años, Shoji, este ejemplo de tesón, al finalizar su sueño de correr los 100 metros lisos, nos daba esta lección de vida:

«Correr cambió mi vida. Aunque sea raro, todavía puedo hacer cosas nuevas a esta edad”.

¡No dejes que las excusas te detengan a la hora de hacer ejercicio, vamos!

Más excusas para no hacer ejercicio. Nº 5: “Me duele la espalda, el cuello, las rodillas (o el alma ¿?) y el deporte sólo me generará más dolor”.

Si no le exiges a tu cuerpo y te abandonas, lo lógico es que tus dolencias aún empeoren y te oxides más.

Si tienes algún dolor real, no te detengas en la rumiación preguntándote si debes ejercitarte o no… Consulta con tu médico y céntrate en las actividades más adecuadas para ti.

Selecciona esos ejercicios que sí puedes hacer para fortalecerte sin lesionarte.

Enemigo nº 6 para seguir «vagueando»: “Hacer ejercicio me da mucha hambre y no quiero engordar”. 🙄 

La actividad física puede despertarnos el apetito, pero si comes coherente, consciente e inteligentemente podrás apreciar que las calorías que quemas con el ejercicio son mayores a las que consumas.

Si mantienes este equilibrio de deporte y psiconutrición puedes perder peso más rápidamente.

psiconutrición

Excusa nº 7 para no levantar el culo del sofá “No tengo la equipación, la ropa ni las zapatillas adecuadas para hacer ejercicio”.

Lo que está claro es que hay actividades que no requieren de inversión para ponerlas en práctica: caminar o correr en tu parque más cercano pueden ser opciones buenérrimas y gratis. Placer sobre placer, entonces.

Si tu preocupación es tu outfit, recuerda que no necesitas que tu ropa sea el último grito de la moda deportiva ni que tus zapatillas sean los más molonas del gimnasio o de tu Instagram. Basta con que tus zapas sean cómodas, livianas y te ayuden a mantener una vida saludable.

Enemigo nº 8 para torpedearte en tu práctica de ejercicio: “Tengo sobrepeso y me da mucha vergüenza mostrarme y moverme, porque no quiero hacer el ridículo”.

Piénsalo bien¿qué han hecho por ti y por tu bienestar la vergüenza o el miedo al ridículo?

Cuando nos pasamos de ilusión de control, pasan cosas así…

“Si no soy capaz de correr un kilómetro en 4 minutos o no me sale el burpee, la flexión o la asana de yoga como a @DeportistaConCuerpoDeSuperheroína, no valgo para esto».

«Como no me sale todo perfecto, me frustro y prefiero abandonar”. 🙄 

No nos flipemos demasiado, y fijemos metas realistas y realizables, ¿no crees?

Es más que evidente que hacer ejercicio traerá muchos beneficios a tu salud, y deberías estar orgullosísima por haber tomado la inteligente decisión de vivir mejor y más sanamente.

Si sientes miedo de hacer actividad física frente a otras personas, puedes empezar a hacer ejercicio en casa hasta que tengas un poco más de confianza y poderío personal.

Excusa nº 9 para no moverte: “Cuando tenga un día libre, haré más ejercicio para compensarlo”.

No nos engañemos… Tú y yo sabemos de sobra que ese día libre nunca terminará de llegar, porque siempre tenemos demasiadas cosas pendientes por hacer.

Es más, la sobrecompensación no funciona. Practicar mucho en uno o dos días puede ser contraproducente, pues tu cuerpo no se acostumbrará a ese ritmo de trabajo.

Recuerda que para trasformar la práctica de ejercicio en una costumbre es importante que lo introduzcas de manera progresiva.

¡Cuidado con los atracones de deporte!

Si te pegas un atracón de Crossfit durante dos horas, lo único que conseguirás, al margen de una posible lesión, es una buena cantidad de agujetas, y que no lo quieras volver a ver apuntado en tu agenda en muchoooo tiempo.

La clave de la constancia está en reservarte el tiempo y crear una rutina, para hacer del ejercicio un hábito en tu vida diaria.

Deja, por tanto, de posponer y de procrastinar tus buenos hábitos de autocuidado.

Por cierto, ¿conoces la regla del minuto para esos cambios de hábitos que se te resisten? 🙄 

Tal y como le ocurre a “Lucía”, yo sé que sientes que tus objetivos son muy difíciles de lograr, porque tu cerebro se resiste “con uñas y dientes” a los cambios.

Nuestro cerebro, algo tontuco a veces, por economía energética, se decanta siempre por “rutinitas” que supongan “más de lo mismo”. Aunque “ese más de lo mismo” sea ineficaz, insatisfactorio, aburrido y tóxico en nuestra vida, incluso.

Comienza aplicando la regla de un minuto moviéndote todos los días

Eso sí, si tienes un minuto, tienes un intento de solución diferente y creativo en tu mano.

En forma de regalo japonés, la “regla del minuto” simplifica todos nuestros procesos (laborales, académicos, de cuidado personal, etc.) y apuna una clave sencilla pero muy eficaz…

Debes comenzar a introducir un cambio en tu vida durante un minuto solamente.

Si lo que quieres es mantener una rutinita de deporte, comienza por dedicarle un minuto al día. ¡No me digas que no tienes un minuto libre, venga!

Eso sí, hay una premisa que no te puedes saltar: asegúrate de no fallar ningún día con ese minutito exclusivo para ese cambio.

¿Y qué pasa si un día te saltas tu rutina de deporte y autocuidado?

Haz previsión de respuesta para los días en los que fallas a tu rutina de deporte

Alguna tarde, se te presentará frente a ti, en forma de informe, pataleta de tu hija, tentación, excusa o plan irresistible, una circunstancia que parece incompatible con tu plan de hacer deporte.

Cuando sacamos el látigo de superheroínas a pasear…

Hoy no hice deporte por XXYYYYZZZZZ motivo y falté a mi clase de pilates. ¡Soy lo peor!

Ya sabes que la vida es eso que pasa mientras nosotras estamos haciendo otros planes, así que, en esa circunstancia, el machaque gratuito sirve de poquísima ayuda. 😎 

En ese caso, te toca guardarte en el bolsillo a la “deportista autodestructiva” … Soltar el látigo de superheroína y aplicar doble dosis de paciencia y de compasión contigo misma. ¡Sólo nos faltaría ser perfectas!

Enemigo nº 10: “Tengo un problema de salud”.

Si te encuentras en esta situación, no dejes de consultar con tu médico, si tienes un problema REAL de salud.

Dependiendo del diagnóstico, tu médico podrá brindarte las opciones más viables para que realices actividad física sin poner en riesgo tu bienestar.

En muchas ocasiones el ejercicio es parte fundamental de la recuperación o el control de una dolencia o lesión.


¿Te decides a hacer ejercicio o aún tienes más excusas?

Y hasta aquí hemos llegado con el catálogo de excusas, por una parte, para no hacer ejercicio y de estrategias y argumentos, por otra, para sobrevalorarlas y cuidarnos más y mejor en nuestra rutina.

Recuerda que el primer paso para sobrevolar tus excusas para no hacer ejercicio implica ser honesta contigo misma y hacerte cargo.

Tus excusas para no hacer ejercicio son «mentirijillas» que te cuentas para no afrontar tu pereza, tus miedos y tu falta de determinación para pasar a la acción.

Empezar a hacer ejercicio no siempre es sencillo, especialmente si te has entregado compulsivamente a Netflix y has dejado pasar mucho tiempo desde la última vez que lo practicaste.

El sofá nos atrapa y nos llena la cabeza con muchas más excusas para no calzarnos las zapatillas.

La próxima vez que sopeses las alternativas: “¿Me pongo en marcha ahora o me “enratono”, dejándolo para otro día?”, levántate del sofá para tomar la decisión.

Ya de pie te resultará más fácil superar la pereza y encontrar la energía y la motivación suficientes para optar por la alternativa más saludable.

Elige, por tanto, tu mejor actitud… el humor, el optimismo (ajustado) y tu sonrisa pueden ser excelentes aliados para cumplir con tus propósitos de deporte y autocuidado. 😀 

Y un chute extra de motivación, resiliencia e inspiración puede venirte de lujo también… 

Porque nunca se trató de ser las más rápidas corriendo, sino de acabar la carrera.

excusas ejercicio resumen

En cualquier caso, no olvides que lo importante es animarte a empezar y no olvidar todos los beneficios bio-psico-sociales que cuidarte moviendo tu cuerpo te brindará en los próximos 10 minutos; pero sobre todo 10 meses y 10 años.

Entonces, ¿qué otras excusas conoces o usas para no hacer ejercicio? ¡Tú decides! 

No olvides compartir esta información con quienes más quieres para que podamos cuidar más y mejor de nuestro pack de salud bio-psico-social.

excusas ejercicio


¿Necesitas unas claves extra para mejorar tus hábitos de autocuidado? 

Decídete ya y reserva tu sesión estratégica  

¿Quieres que te ayude personalmente a construir un plan de acción alineado con una vida plena, feliz y con propósito? ¡Decídete ya y cambia para mejorar tus metas de autocuidado y tu vida!

Creo firmemente que un psicólogo online puede ayudarte a mejorar la forma en la que manejas tu salud bio-psico-social. 

Si quieres que te tienda un puente extra de consciencia, bienestar y poderío psicológico (estés donde estés), es muy fácil… 

Reserva ya tu sesión estratégica

¡Un abrazo y hasta pronto!

Cris. Decideteycambia.

detalle-ola_cristina centeno

Soy Cristina Centeno, psicóloga y «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar.

 

Pin It on Pinterest

× ¿Cómo puedo ayudarte?