Verónica Forqué. Acoso y lección psicológica en un suicidio

Lo que Verónica Forqué nos enseñó sobre el sufrimiento, el ciberacoso y la «deprefobia» detrás de un suicidio

Como un mazazo de realidad, abríamos la semana con la noticia del suicidio de la actriz Verónica Forqué.

Ese jarro de agua fría nos confronta, una vez más, con unas tristes estadísticas que hablan por sí solas y con el panorama de la salud mental en el mundo y, en España, en concreto.

El suicidio es el mayor problema de salud pública en Europa y España registra la mayor cifra de suicidios de su historia: con una media de casi 11 personas al día…. cifra que seguramente empeorará al cerrar este 2021.

Por otra parte, en el apartado de indicadores de protección, según datos de Eurostat de 2018, en España, por cada 100.000 habitantes, hay aproximadamente 6 psicólogos y 11 psiquiatras en el Sistema Nacional de Salud. Una ratio muy muy insuficiente, sin duda.

Lo que está claro es que la sanidad pública no dispone de suficientes recursos de salud mental ni de las oportunas unidades de prevención, seguimiento y apoyo a familiares, por ejemplo.

La mayoría de los recursos de salud mental son privados, y está más que claro que no todo el mundo puede permitirse acudir a un recurso privado. 

apps psicología

Incluso en la salud mental privada existe una clara saturación acentuada por la pandemia, y coincido con la mayoría de mis colegas, al afirmar que llevamos agendas humeantes de rock star.

Si algo nos ha enseñado la pérdida de Verónica Forqué es que, en el ámbito de prevención y alfabetización sobre salud mental existen demasiadas carencias, responsabilidades colectivas descuidadas y mucho trabajo por hacer. 

¿Crees que se podría haber prevenido el suicidio de Verónica Forqué?

Yo me siento capaz de responder este interrogante, pero sí me gustaría rescatar que detrás del suicidio de la actriz se han desvelado informaciones importantes relacionadas con sus últimas declaraciones públicas y con la clara realidad de ciberacoso que sufrió Verónica Forqué. 

Las últimas palabras de la actriz ya apuntaban a un agotamiento, tras pasar por el concurso MasterChef Celebrity. “Estoy regular, necesito descansar, no puedo más”, afirmó, “mi cuerpo y el universo me dicen necesitas parar”.

Con la noticia de su muerte, estas palabras adquieren un tono trágico de aviso de sufrimiento y de claro colapso emocional.

Pero la responsabilidad social en este triste episodio es aún más cruel. Una recopilación de los últimos mensajes que recibió la actríz a raíz de su paso por el programa dejan al descubierto el acoso que sufrió por parte de muchos usuarios. Esta es una realidad que no ha pasado desapercibido para otros cibernautas, que ahora denuncian la situación.


Un mini-inciso sobre el ciberacoso tras el suicidio de Verónica Forqué

Apoyándonos en el trabajo de UNICEF, podemos afirmar que:

Ciberacoso es acoso o intimidación a través de las tecnologías digitales.

Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los móviles.

Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas. Por ejemplo:

  • Difundir mentiras o publicar fotografías vergonzosas de una persona en las redes sociales.

  • Enviar mensajes hirientes o amenazas a través de las plataformas de mensajería.

  • Hacerse pasar por otra persona y enviar mensajes agresivos en nombre de esa persona.

¿Te resuenan este tipo de actitudes y conductas tan tóxicas?

El acoso cara a cara y el ciberacoso ocurren juntos a menudo. Pero, como ha ocurrido en los perfiles públicos de Verónica Forqué, el ciberacoso deja una huella digital; es decir, un registro que puede servir de prueba para ayudar a detener el abuso.

Cuando el acoso ocurre en línea, la víctima siente como si la estuvieran atacando en todas partes, incluso en la intimidad de su propia casa. Puede parecerle que no hay escapatoria posible.

Las consecuencias del acoso pueden prolongarse durante un tiempo largo y afectar a la víctima de muchas maneras:

  • Mentalmente. La persona se siente preocupada, avergonzada, estúpida y hasta enfadada.

  • Emocionalmente. La víctima se siente avergonzada y pierde interés en lo que le gusta.

  • Físicamente. La persona tiende a sentirse cansada (pierde el sueño) o sufre dolores de estómago y de cabeza.

Sentirnos objeto de burla o de acoso puede impedir que la víctima hable con franqueza o trate de resolver el problema; especialmente en las edades más tempranas. En casos extremos, el ciberacoso puede llevar a quitarse la vida.


Estar «depre» no mola y tiene mala prensa

Al hilo de todo lo anterior, no inventamos nada, si decimos que…

Estar y sentirse deprimida, a nivel social, viste poco, y genera miedo e incluso indiferencia o rechazo.

Lamentablemente, demasiadas personas siguen pensando que la depresión es un síntoma de «debilidad de carácter»

Una manera de victimizar doblemente a una persona que padece depresión es afirmar que si alguien no logra escapar de ese lugar tan tenebroso e incómodo, realmente no quiere salir del pozo; por falta de voluntad o porque le gusta caminar por la vida con un rol víctima.

Esta simplificación y estigmatización de un problema tan complejo no puede estar más alejada de la realidad de las dificultades de salud mental. 

Hablemos de los tentáculos de la «deprefobia»

En el marco estigmatizante de los problemas de salud mental, podemos hablar, incluso, de una patología nueva de la salud mental: una suerte de “deprefobia”.

La «deprefobia» apuntaría al conjunto de prejuicios que derivan en una actitud de rechazo claro a quienes padecen enfermedades mentales, como la depresión.

En su versión más extrema, la «deprefobia» puede pasar por el acoso o el escarnio público en las redes sociales, por ejemplo….

¡Cuidado con el prejuicio y el insulto a golpe de clic!

Este tipo de conductas pueden suponer la puntillita final para una persona que, en la intimidad de su hogar o de su cama, se enfrenta, desbordada y fracturada a nivel emocional, a mensajes de rechazo, de burla, de estigmatización de su dolor e, incluso, hilarantes «bombitas escritos» de odio por parte de completos desconocidos. 

En ese momento, la persona que se enfrenta al acoso y el bullying en las redes puede sentirse al límite de su musculatura psicológica. Cuando recibimos acoso, nuestro mundo y nuestro hogar deja de ser un lugar seguro y confiable para convertirse en un campo de batalla, aún más oscuro y solitario, y del que será aún más complicado encontrar la salida de emergencia.

Es momento de probar un intento de solución diferente para visibilizar y atajar este problema, ¿no crees?

guia decisiones

Ya hemos visto que los prejuicios ajenos, la doble victimización y el ciberacoso puede afectarnos de muchas formas. Sin embargo, es posible superarlo y recuperar la confianza en nosotras mismas y nuestra salud.


Responsabilidades colectivas frente al ciberacoso y la «deprefobia» para evitar un posible suicidio

El primer paso implica tomar conciencia clara de la dificultad o problema

Es momento de hacer previsión de respuesta y apostar más por los mensajes de prevención y de apoyo que por los de condolencia.

Está claro que la depresión, la ansiedad, el trastorno límite de personalidad, la bipolaridad etc., son problemas graves. Y la combinación vulnerabilidad psicológica, estigmatización, prejuicio y redes sociales puede ser muy delicada y destructiva.

Relacionarnos con otras personas y poder romper las barreras espacio-temporales de la comunicación a través de Internet tiene, sin duda, muchos beneficios. Pero como sucede con otras cosas en la vida, también presenta riesgos contra los cuales debemos protegernos, especialmente cuando estamos atravesando una dificultad psicológica.

STOP ciberacoso

Todos deseamos que deje de existir ciberacoso y esta es una de las razones por las que es tan importante denunciarlo. Para lograr que Internet sea como queremos, no podemos limitarnos a denunciar el acoso.

  • Debemos ser especialmente cuidadosas y no compartir o decir cosas que puedan herir a otras personas. Nunca te parapetes en una pantalla para darle rienda suelta a un impulso de ira, frustración o despecho.

  • Toca aplicar doble taza de empatía, porque detrás de cada persona (personaje público o no) existe una historia de vida, unas dificultades, unos dolores de los que somos vemos la punta del iceberg.

  • Tenemos que ser amables unos con otros en línea y en la vida real. Todos y todas, sin excepción. Porque se consiguen muchos más éxitos con miel que con palos. 😀 

Es fundamental que las redes sociales sean lugares seguros y positivos para expresarnos –solo nos sentimos cómodas compartiendo cuando sabemos que estamos seguros. Pero ya hemos dicho que el ciberacoso puede ser un obstáculo y crear problemas.

Para liderar esta lucha contra el ciberataque, podemos activar en nuestras redes sociales una configuración especial que, por medio de inteligencia artificial, filtra y oculta automáticamente los comentarios intimidatorios que tienen la intención de hostigar o molestar a la gente.

Por otra parte, puedes apoyarte en herramientas para personalizar tu experiencia en las redes. Restringir es una herramienta que te permite proteger discretamente tu cuenta, sin que pierdas de vista a los posibles acosadores.

Si estás en proceso de recuperación emocional, date vacaciones de redes

Si estás “bajita” y te preocupa ser víctima de algún tipo de acoso / ciberacoso, prueba a darte un tiempo para recuperarte rodeándote de gente “medicina” o “diamante” de total confianza para ti.

Date vacaciones de algunas aplicaciones o intenta permanecer fuera de línea mientras “afilas tu hacha”.

 

Haz previsíon de respuesta si detectas señales de alarma y de vulnerabilidad psicológica

¿Algún amigo o familiar tuyo está lidiando con algún problema de salud mental?

Todas y todos podemos ser vulnerables a un problema de salud mental como la depresión… Y no tiene que pasarnos algo realmente traumático para que nuestra musculatura psicológica se rompa. Si lo pensamos bien, un estresor tan gordo como una mudanza (con las ganancias y pérdidas asociadas) podría convertirse, incluso, en un detonante de un estado depresivo.

Si conoces a alguien con problemas de depresión, o alguien de tu entorno manifiesta ideaciones suicidas, no te cortes y recomiéndale que busque ayuda profesional.

Comparto contigo varios materiales de mi embarcación para detectar y prevenir las conductas suicidas.

 

Si eres tú misma la que se enreda en ideaciones suicidas, te animo a dejarte apoyar para diseñar un plan de seguridad y de apoyo.

¿Tú misma presentas ideaciones suicidas?

Llama y ponte en contacto con recursos como los siguientes:

·        Asociación Internacional del Teléfono de la esperanza: ♥ 91 459 00 50 / 717 00 37 17 ♦ madrid@telefonodelaesperanza.org

·        Asociación internacional para la prevención del suicidio: ♦ berman@suicidology.org

Ni tú ni yo pensamos que la gente que padece depresión es de carácter débil, pero una inyección recordatorio de empatía y de sensibilidad siempre viene de maravilla para sobrevolar cualquier rastro social de “deprefobia” y ciberacoso.

No dejes de cuidarte.

verónica forqué cierre

Un fuerte abrazo y hasta pronto

Por cierto, mi mensaje embotellado de hoy va dedicado a la memoria de Verónica Forqué y también a dos de mis terapiadas diamante, que están cada vez más cerca de salir del túnel. Todo mi cariño para vosotras, “E” y “C”.

guía decisiones


¿Necesitas unas claves extra para darle un empujón a tu bienestar? 

Decídete ya y reserva tu sesión estratégica 

¿Quieres que te ayude personalmente a retomar las riendas de tu bienestar psicológico? ¡Decídete ya y cambia para mejorar tu vida!

Es muy fácil… 

Reserva ya tu sesión estratégica

¡Un abrazo y hasta pronto!

Cris. Decideteycambia.

detalle-ola_cristina centeno

Soy Cristina Centeno, psicóloga y «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, liberarte de tus miedos y tu apatía. Comparto contigo herramientas para tener más claridad, firmeza y autenticidad al decidir y cambiar.

 

Pin It on Pinterest

× ¿Cómo puedo ayudarte?