¿Por qué siento ansiedad matutina? Síntomas y causas

¿Por qué sentimos ansiedad matutina? Conoce los síntomas y las causas de la angustia que sientes al despertar

No es la primera vez que hablamos de tus despertares. Tal vez recuerdas las palabras de mi “Juana”, mi “terapiada diamante” que rescatábamos en nuestro artículo: “Destapa la angustia que sientes cuando despiertas”.

Un año después, “Juana”, con su más que merecido certificado de alta terapéutica bajo el brazo, me ha acompañado con su relato para ayudarnos a comprender por qué sentimos ansiedad matutina y qué podemos hacer para superarla.

Déjame describirte una escena y el aspecto de un pulpo muy particular…

El testimonio de «Juana» sobre la ansiedad matutina que dejó atrás…

Mi dormitorio está aún a oscuras. Tengo las persianas bajadas y comienzo a ser consciente de que un nuevo día comienza para mí. Pero no sé si estoy preparada.

Bien sea porque he escuchado el sonido de mi despertador o porque ya no puedo dormir más, me incorporo o intento levantarme de mi cama.

Entonces una angustia densa, oscura y abrumadora me inunda. Aún sin abrir los ojos, comienzo a sentir un gran malestar: mi pecho se encoge, y noto como mi corazón se acelera.

Me asalta, de golpe, una ola de pensamientos negativos, catastróficos, repetitivos, uno detrás de otro.

Me siento agotada y completamente incapaz de salir de mi cama, de enfrentarme a todo el día que tengo por delante. Siento un rechazo radical a estrenar la rutina de hoy.

Se me sobrevienen todaaaassss las tareas del día. Y no solo las laborales; cualquier obligación (social, familiar, deportiva…) se suma a mi estrés matinal que, al contrario de lo que muchos pueden pensar, no me anima a levantarme para ponernos manos a la obra. Me paraliza y atora.

Soy plenamente consciente de estos tentáculos del pulpo de la ansiedad matutina.

Relato reelaborado de “Juana”, 35 años, ingeniera, Madrid. (Septiembre 2021)

Yo no lo podría haber explicado mejor… Mi antigua consultante “Juana” acaba de describirte un episodio de ansiedad matutina.

¿Crees que es normal sentirse tal y como describía “Juana”, cuando comenzamos a hacer terapia?

Sentir ansiedad por la mañana es más habitual de lo que piensas, tanto si eres una persona que sufre este trastorno emocional de forma usual o crónica como si no. En realidad, (casi) todas hemos sentido o sentiremos ansiedad en algún momento de nuestra vida; para algunas será puntual, como consecuencia de alguna experiencia o dificultad concreta, y, para otras, algo con lo que convivir.

¿Por qué sufres ansiedad al despertarte por la mañana?

Si te ocurre algo parecido a “Juana”, este artículo puede ayudarte a conocer y reconocer esta realidad de la ansiedad matutina, entender cómo funciona, cómo hacerle hueco, cómo tenerla de compañera de viaje….

Hoy, desde Cristina Centeno, Decídete ya y Cambia, con el inestimable apoyo de “Juana”, vamos a explorar juntas qué es esa ansiedad matutina: cómo reconocer sus síntomas y los motivos por los que se produce.


Aclaremos lo primero: ¿qué es la ansiedad matutina?

Lo veíamos juntas…

La ansiedad matutina es, tal y como nos adelanta su nombre, la sensación de angustia o ansiedad que sentimos al despertarnos.

Tal y como describe “Juana”, las personas que conviven con este tipo ansiedad matutina, ven alterado su estado de nervios nada más comenzar el día con una carga de intensidad que los lleva a una condición de alerta continua que se traduce en distintos síntomas y respuestas psicosomáticas.

Al despertarte e intentar levantarte, puedes sufrir desagradables sensaciones de angustia y de excesiva activación fisiológica, acompañadas de una ola de pensamientos negativos que hacen que, afrontar el comienzo – desarrollo – cierre del día, te resulte, por momentos, complicado y empinado (especialmente tu primer tramo de nuestra rutina).

Puedes percibir el hecho de empezar una nuevo día como una situación de peligro inminente para la que tu cuerpo debería prepararse.

Este pulpo de la angustia matutina también podría manifestarse en forma insomnio y en despertares durante la noche, con asaltos de ansiedad y palpitaciones, que derivan en esas sensaciones de descanso superficial y poco reparador.

En definitiva…

La ansiedad matutina es una de las formas más comunes en las que se manifiesta este desorden nervioso relacionado con el estrés ambiental y con mecanismos de respuesta de anticipación involuntaria de nuestro organismo, tras el momento de despertar.

¿Y qué elemento explica todo el cuadro de la ansiedad matutina?

 

El papel del cortisol en la ansiedad matutina

Déjame recordarte que el cortisol está directamente relacionado con nuestros niveles de miedo y el estrés. Cuánto más estresadas estemos, más cortisol produciremos.

Esta hormona, segregada por nuestra glándula suprarrenal, no es mala en sí misma. Se trata de una respuesta natural de nuestro cuerpo para prepararnos frente a posibles amenazas. Sin embargo, el problema aparece cuando se produce un desajuste en los niveles de cortisol. ansiedad matutina

Es el exceso de cortisol lo que nos hace más susceptibles a sentir y sufrir esa ansiedad matutina al despertar.

La ansiedad matutina ocurre porque nuestros niveles de cortisol aumentan considerablemente durante las últimas horas de sueño, alcanzando su pico máximo justo media hora antes de despertarnos.

Por este motivo, este tipo de ansiedad va reduciéndose a medida que avanza el día, sumiéndonos en un estado fisiológico más ajustado cuando alcanzamos la media tarde o la noche.


12 síntomas de la ansiedad matutina

Los 12 síntomas de la ansiedad matutina al despertar son los mismos que los que provoca la ansiedad en sí.

  • Sensación de debilidad y fatiga.

  • Nerviosismo y/o inquietud física.

  • Taquicardia o aceleración de nuestra frecuencia o ritmo cardíaco al despertar

  • Respiración acelerada, dificultad para respirar, presión en el pecho

  • La sensación de tener un nudo en la garganta

  • Malestar estomacal, náuseas, diarrea, en algunos casos.

  • Tensión muscular o temblores que se escapan de nuestro control

  • Confusión mental, pensamientos “preocupacionistas” y acelerados

  • Pensamientos de autocrítica intensos.

  • Anticipaciones ansiosas y compulsivas de todo tipo de sucesos e imaginación de escenarios catastrofistas.

  • Dificultades de atención, concentración y memoria al afrontar nuestras tareas

  • Emoción de miedo y sensación de fatalidad inminente.

Una de las respuestas más naturales que podemos tener al experimentar este paquete de sensaciones (fisiológicas, mentales, emocionales y conductuales) tan desagradables, es reprimir esa forma de sentirnos. Sin embargo, esta (anti)estrategia lo único que conseguirá es o aumentarla o hacer que el dolor se aplace a corto o largo plazo.

Para poder combatir este pulpo es muy importante conocer cuáles son sus tentáculos: cuáles son los estímulos externos o internos que la provocan y cuáles las mejores técnicas de autocontrol que pueden ayudarnos a vencerla.


Posibles causas de la ansiedad al despertar

ansiedad matutina

¿Por qué se produce la ansiedad matutina?

La ansiedad, como fenómeno multifactorial, puede tener, como siempre, distintas causas.

Dependiendo de la singularidad de la persona, pueden movilizarse e interrelacionarse diferentes aspectos externos e internos (fisiológicos – mentales – emocionales).

Este punto nos da una pista importante… La ansiedad matutina puede ser provocada por un suceso en concreto o ya podría formar parte de la propia genética o vulnerabilidad de cada persona concreta.

Entonces… ¿por qué nos levantamos tan nerviosas y angustiadas por las mañanas?

Una vez descartado un problema de salud física, como una enfermedad física crónica, te resumo algunas de estas causas de la ansiedad que sentimos al despertar:

  • Condicionar un mal despertar, desde la noche anterior, con hábitos y rutinas que torpedean un descanso reparador.

La irregularidad en tus horarios de acostarte, el hecho de irte a la cama con un pico de angustia y el consumo excesivo de azúcar, cafeína, alcohol u otras sustancias durante la noche anterior, por ejemplo, condicionan y disminuyen la cantidad y calidad de tu sueño.

Estos hábitos pueden aumentar el volumen de pesadillas nocturnas y los despertares súbitos.

En ocasiones, un mal despertar puede estar relacionado con un descanso irregular o con la sensación de haber soñado con algo que nos preocupa. Puede ser que no recordemos el sueño, pero aun así mantenemos esa perturbación.

No obstante, si esto no es puntual, y forma parte de un patrón habitual al despertar, ya nos tocará confrontar “cara a cara” al pulpo de nuestra ansiedad matutina.

  • La ausencia de una rutina matutina positiva y coherente con tus necesidades y horarios

Si ya nos levantamos con el tiempo muy justo y nos entregamos a la vorágine de rutinas y responsabilidades que parecen devorarnos, será complicado mantener una reserva de motivación, foco, planificación, concentración y productividad.

  • Posponer los planes o tender a la evitación y la procrastinación por miedo

Si te identificas con la técnica del avestruz, contempla que cuanto más evitas y tardas en hacer eso que te preocupa o que no quieres hacer, más aumenta tu ansiedad y más bloqueo experimentas en tu rutina.

  • Ser demasiado exigentes con nosotras mismas por nuestro “síndrome de superheroínas”.

Piensa si tal vez estás siendo demasiado exigente al pedir más de ti (un perfeccionismo y productividad sin límites) de lo que quizás te estén pidiendo los demás.

Este nivel de rigidez y autoexigencia pueden generarte una gran frustración, al chocarte con el 25% aproximado de falibilidad tuyo y de una vida imperfecta que mancha.

  • No sentirnos competentes o lo bastante preparadas y anticipar ansiosamente todo lo que puede salir mal en nuestra jornada o nuestros retos diarios

Este punto también está muy relacionado con unas expectativas y autoexigencias de preparación, productividad o rendimiento demasiado rígidas y elevadas que derivan en una emoción de miedo bastante paralizante.

Piensa en ese estresante evento que se aproxima y que te genera temor o inseguridad, al considerar que los retos de la situación (como una presentación en público) superan tus competencias o tu preparación.

Si no logras ceñirte a lo que forma parte de tu zona de influencia y control, esta rumiación y preocupacionismo non-stop pueden ser el caldo de cultivo perfecto de tu ansiedad matutina.

  • Estar atravesando un problema o momento difícil.

Si has sufrido la pérdida de un ser querido, te has quedado sin empleo, o estás pasando por una ruptura sentimental, es muy posible que estos dolores también condicionen tu ansiedad matutina al despertar.

  • Un pico en tus niveles de cortisol por la mañana combinado con anticipaciones ansiosas y emociones de miedo

A vueltas con el cortisol… ¿Qué efectos tiene un desajuste matutino en nuestros niveles de cortisol?

Ya lo hemos comentado…

Cortisol, miedo, rumiación y evitación pueden ir de la mano en un cóctel psicológico explosivo en nuestras primeras horas del día.

Ahora ya sabemos que, cuando nuestros niveles de cortisol son demasiado altos, salen a la luz todo tipo de pensamientos catastróficos, macerados, en forma de “peces cagones” que ensucian y contaminan toda nuestra “pecera mental”.

Creamos en nuestra cabeza todo tipo de escenarios catastrofistas que, muy probablemente (en un 90 – 95% de las ocasiones), no lleguen a producirse.

La consecuencia emocional directa de esta secuencia de rumiación de escenarios catastrofistas es obvia…

La anticipación ansiosa matutina nos lleva directas a experimentar un intenso miedo a todo lo que nos espera durante el resto del día.


A modo de resumen y de recordatorio

A pesar de que no se trata de un término médico en sí, la ansiedad matutina implica despertarse con desagradables pensamientos y sensaciones de preocupación, angustia y estrés.

Si estás lidiando con una angustia al despertar de manera constante, podríamos encontrarnos ante un caso de ansiedad generalizada. Esta se caracteriza por una preocupación excesiva y descontrolada que impregna todos los aspectos de nuestro día a día, y que se prolonga durante al menos más de seis meses.

Las personas con el trastorno de ansiedad generalizada suelen preocuparse por actividades cotidianas relacionadas con cuestiones logísticas, administrativas o de gestión diaria, con actividades sencillas en el trabajo. Y suelen experimentar una preocupación excesiva por el dinero, por la familia, la salud o sus relaciones.

Ponte en contacto con un buen psicólogo especialista

Si ves que la ansiedad al despertar perdura, lo mejor es que contactes con un especialista que se encargue de ayudarte y a enseñarte cómo hacer que te sientas mejor.

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Hasta aquí todo lo que quería contarte sobre los síntomas y causas de la ansiedad matutina.

No te despegues de las novedades de nuestro cuaderno bitácora, en nuestros próximos artículos, aprenderemos qué técnicas puedes emplear para aliviar esa ansiedad.

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Un abrazo grande y felices despertares, querida amiga!

Cris. Decideteycambia.

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Soy Cristina Centeno, psicóloga y «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar.

 

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