Cómo establecer metas de vida que funcionen

Aprende a fijar tus metas vitales para comprometerte con tus logros.

¿Necesitas un empujón para superar tu apatía vital? Deja de «Anabel» te hable de su dificultad…

Siempre he sido muy soñadora y, aparentemente, he logrado todo lo que me había propuesto en mi vida.

En el colegio era una empollona, tal y como querían mis padres, así que, conseguí estudiar arquitectura en la universidad que todos deseábamos.

Terminé la carrea con muy buenas notas y esto me permitió convertirme en el “orgullo” de mis padres y poder postularme a empresas importantes de mi sector.

Después de mi Erasmus, accedí a un buen estudio de arquitectura en Alemania y decidí establecerme aquí.

Me adapté rápido como expatriada y he ido promocionando en Alemania para lograr el reconocimiento y el nivel de ingresos que tenía proyectado en mi cabeza.

También logré casarme con el “yerno ideal”. Tenemos una casa estupenda y suficiente tranquilidad económica para disfrutar nuestro tiempo libre (con amigos, comilonas y viajes, etc.).

La Covid nos quitó interrumpió muchos viajes y gratificaciones, y sé que debería servirme saber que los míos tienen buena salud ahora mismo.

“Anabel”, 33 años. Heidelberg, Alemania.

Tabla de contenidos

«Me siento vacía y apática con mis logros y mis antiguas metas»

Parece que lo tengo todo y que he ido cumpliendo muchas de mis metas. Aun así, ahora me noto desinflada y siento un vacío con mis logros.

Echo de menos tener un “norte” que me motive cada mañana para afrontar nuevas decisiones y cambios en mi vida.

Ahora me planteo, la posibilidad de darle un cambio de rumbo a mi carrera profesional y volver a España para tener una vida más tranquila. Pero me da miedo darme un batacazo.

Quiero que me ayudes a ganar en claridad para superar la apatía con metas vitales que me pongan las pilas y le den sentido a mi vida.

“Anabel”, 33 años. Heidelberg, Alemania.

¿Qué opinas de las palabras que compartía “Anabel” durante una de nuestras sesiones de psicoterapia y coaching?

guia decisiones


Dime cómo fijas tus metas y te diré qué tipo de persona eres…

En mi consulta y mi ecosistema habitual, suelo encontrarme con todo tipo de personas:

  • Personas muy soñadoras pero que no aterrizan ninguno de sus desvelos nocturnos en un plan de acción.

  • Otras personas que prefieren vivir espontáneamente, improvisar e ir fluyendo por la vida. Para ellas fijar metas es una limitación que las encorseta.

  • También personas que se han planteado tantas veces las mismas metas que ya no se las toman en serio.

  • Personas demasiado inconstantes para fijar y cumplir sus metas.

  • Y otras personitas que después de ir cumpliendo sus metas y propósitos, sienten vacío, desmotivación y apatía vital, tal y como le ocurre a “Anabel”.

¿Con qué perfil de persona te identificas más? ➡ 

Descubre el papel de los objetivos y las metas en tu vida

Muchas veces nos sentimos como “Anabel”, perdidas o estancadas.

Por mucho que fantaseemos con un mundo en el que siempre está muy claro lo que debemos hacer, nos corresponde a nosotras tomar esa clase de decisiones y darle continuidad a nuestro proyecto de vida.

En cualquier caso, “Anabel” no está muy desencaminada sobre el papel de los objetivos y las metas en nuestras vidas:

Proponerte metas claras y enfocarte hacia ellas te hace sentir mejor.

La vida está llena de incertidumbre y no podemos planearlo todo, hasta aquí todas de acuerdo.

Aun así, tener metas claras te ayuda a centrarte, a usar y desarrollar tus habilidades y tus fortalezas de carácter, a estructurar tu tiempo y a tener una sensación de control, logro y éxito.

Las investigaciones, además, demuestran que tener planes a corto, medio o largo plazo e intentar llevarlos a cabo contribuye significativamente a nuestro bienestar.

La fijación y el aterrizaje de tus objetivos, con acciones concretas a lo largo del tiempo, es la piedra angular para reconectarte con la motivación perdida.

Ahora bien… ¿cómo hacerlo?

¿Cómo empezar a ordenar nuestras prioridades y establecer de un modo concreto esos objetivos a alcanzar? 

¿Crees que todos los objetivos igual de válidos, significativos y motivadores en nuestra vida?

Veámoslo juntas. Ayudemos a “Anabel” y descubramos juntas las claves para definir buenas metas vitales (autodependientes, siempre que sea posible) y para convertir nuestras acciones en el faro que ilumine nuestra navegación.

De esta forma, conseguiremos reflotar la motivación que necesitamos para llevar el timón de nuestra vida, surfeando cambios con soltura y eficacia.


Ponte una “oreja por dentro” para empezar a ganar en claridad sobre tus metas

Creo que me equivoqué persiguiendo mis objetivos previos y siguiendo el guion de vida que me marcaron mis padres.

Ahora ya no sé identificar qué quiero YO realmente. 

“Anabel”, 33 años. Heidelberg, Alemania.

¿Qué opinas?

  • ¿Te has parado a pensar si estás haciendo las cosas por las razones (o metas) correctas?

  • ¿O actúas en “modo piloto automático” porque no te has parado a pensar y crees que tienes que hacer las cosas de ese modo? 😳 

Si te resuenan las palabras de “Anabel”, te invito desde ya a soltar el lastre de las expectativas poco realistas, de las fantasías de almohada y de la búsqueda de la aprobación.

¿Tienes sueños o tienes metas?

Todas y todos tenemos sueños. Sin embargo, tener sueños no es lo mismo que plantearnos metas.

Todas guardamos debajo de la almohada sueños y fantasías más o menos realizables.

En cambio, las metas están compuestas por objetivos, son más tangibles y normalmente nos involucramos en su consecución porque las percibimos como puertos que podemos alcanzar.

Por ejemplo, “Me encantaría tener esa casita para mí” es claramente un sueño, un deseo expresado de tal forma que solo un golpe de suerte o de fortuna económica podría hacer que se convirtiese en tu realidad.

Algo muy diferente, es decir…

“Yo quiero esa casa y haré todo lo necesario para conseguirla. A partir de mañana haré xxx, yyy, zzz para conseguirla”.

Este es un objetivo y, si das los pasos que te has ido planteando, al final del camino tendrás grandes probabilidades de conseguir tu meta (o de reformular un plan B, C, D o Z con flexibilidad).

Tener un fin en mente no te garantiza alcanzarlo, pero no tenerlo garantiza que NO lo cumplirás. 

metas finales

El papel de las metas en tu vida

Una meta tiene la función de faro o brújula que te guía y de gasolina que te impulsa hacia el cambio oportuno.

Tener metas te facilita, por tanto, la motivación y la energía necesarias para seguir adelante en tu camino.

En algunos casos, tener metas podría llegar a marcar la diferencia entre la vida y la muerte, incluso.

No es la primera vez que hablamos del psiquiatra austriaco Viktor Frankl, uno de mis principales referentes de resiliencia psicológica.

Frankl pasó tres años en los campos de concentración nazis y escribió un “diamantazo” en forma de libro: “El hombre en busca de sentido”.

Viktor descubrió que las personas que tenían un sentido de la vida con objetivos precisos eran las que tenían mayores probabilidades de sobrevivir.

Afortunadamente, y sin perder del horizonte los estragos de la pandemia, hoy no tenemos que enfrentarnos a los campos de concentración, pero sí a un gran monstruo que se llama cotidianidad.

Si no diseñas tu propio plan de vida, lo más seguro es que caigas en el plan de cualquier otro. Jim Rohn

Es decir, si no tienes metas vitales claritas y coherentes, corres el riesgo de malgastar tu tiempo realizando tareas intrascendentes y poco gratificantes.

Re-piensa por dónde vas y qué es lo que quieres realmente

Aprovecha este momento de «afilar el hacha» para pararte a re-pensar por dónde vas y qué es lo que quieres realmente.

Normalmente, este tipo de situaciones de desmotivación, como la que atraviesa “Anabel”, hace que cambien tus prioridades, así que coge papel y boli (o siéntate al ordenador, si lo prefieres) y empieza a apuntar todo lo que se te venga a la cabeza ante la pregunta…

“Y yo, ¿qué quiero realmente?”

Sabes de sobra que el elemento central de la motivación es tener un objetivo.

No hay motivación sin objetivo.

En cualquier caso, no te servirá cualquier tipo de objetivo: éste debe ser lo suficientemente significativo y atractivo para TI.


Recupera tu motivación fijando metas vitales autodependientes

Es fundamental que tengas clara tu meta final. Sin METAS, no hay motor, y sin motor, ¡no hay logros!

Si no sabes a dónde vas, irás por la vida como un pollo sin cabeza y te quedarás dando vueltas en el mismo sitio.

De igual forma, no quieres quedarte estancada, tendrás que superar el ruido exterior y avanzar en alguna dirección.

Así que lo primero de todo, conéctate con la ilusión, define a dónde quieres y enfócate en algunas metas vitales principales.

Te invito, eso sí, a diferenciar tus metas intermedias de tus metas vitales o finales.

Cuidado con las metas intermedias, las reglas sin sentido y el guion de vida

A menudo las personas, como le ocurre a “Anabel”, confunden los medios, o metas intermedias, con sus objetivos finales.

Muchas veces, elegimos una universidad, una profesión, un camino en la vida como si fueran cada uno de ellos un fin en sí mismo, cuando en realidad son medios para un fin.

De hecho, puede que inviertas años de energía, trabajo duro y dinero en metas intermedias enmascaradas como metas finales. Esto te podría traer problemas, y más si sigues las metas de tus padres o caes en la trampa de que “los vacíos de tu ser podrían llenarse con el tener”.

Si nos fijamos en el discurso de “Anabel”, la mayoría de sus metas no estaban aisladas y eran etapas hacia otra cosa, que formaban parte de una secuencia. Eran, por lo tanto, medias intermedias.

Por ejemplo:

En el colegio era una empollona, así que, conseguí estudiar arquitectura en la universidad.

Terminé la carrea con muy buenas notas y esto me permitió convertirme en el “orgullo” de mis padres y poder postularme a empresas importantes de mi sector.

“Anabel”, 33 años. Heidelberg, Alemania.

Estas metas se van encadenando en largas secuencias a lo largo de nuestra vida y se convierten en el eslabón o “escaloncito” del siguiente objetivo del “guion de vida”.

  • ¿Incluye la formulación de tus metas alguna premisa del tipo: “conseguir xxx para así poder lograr yyy”?

  • ¿Piensas que tu meta es algo que “deberías” cumplir como parte del camino para alcanzar una meta vital más importante?

Cuanto antes renuncies a las cosas que no son importantes para ti, más podrás dedicarte a las que cuentan e importan de verdad. Esto te permitirá vivir y disfrutar tu vida: la vida que quieres.

Apuesta por metas vitales significativas

Nos pasamos gran parte de nuestras vidas persiguiendo metas intermedias: esas cositas que la sociedad (o nuestra familia) nos dice que necesitamos tener.

Es momento de descubrir juntas qué requisitos deben cumplir tus metas vitales.


¿Cómo debe ser una buena meta vital?

En lugar de tratarse de medios para conseguir un fin, tus metas vitales tienen que ver con seguir lo que te dicta el corazón.

Las metas vitales te calientan el alma. Te aportan felicidad por sí mismas, y no porque confieran cualquier etiqueta externa, un grado o un valor otorgado por la sociedad.

Las metas vitales no se alcanzan por una recompensa material. Si te fijas bien, son las experiencias que crean los mejores recuerdos en nuestras vidas.

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Una buena meta debe asustarte un poco y emocionarte mucho. Joe Vitale.

  • El miedo que sientes al perseguir una meta final puede convertirte en tu sensor y te indica que estás expandiendo tu zona de aprendizaje.

  • La emoción o calorcito interior implica que tu meta queda realmente muy cerca de tu corazón. No es algo que estés haciendo por complacer a otro o para seguir las reglas sin sentido de la sociedad.

Cuando tu mente tiene una visión clara busca los recursos y se moviliza para llevarte hasta el puerto que deseas.

Metas finales y «flow» al alcance de tu mano

El tiempo vuela cuando persigues tus metas vitales y es fácil entrar en estado de “Flow”. Aunque te estés dejando el pellejo para conseguir tus metas, sentirás que merece la pena.

Cuando te enfocas sobre una meta vital, no lo sientes como «trabajo». Podrías estar haciéndolo durante horas, pero realmente te hace feliz y aporta significado a tu vida.

De hecho, no necesitas distanciarte para «recargarte». El trabajo por una meta final te recarga por sí solo, no te agota.

Por ejemplo, para mí, escribir mis artículos y mis libros es una meta final. Es tan divertido y útil para mí, que no suelo tener presente mi cuenta bancaria en ese momento.

Las buenas metas vitales tienen la felicidad implícita en el propósito.

Cualquier pregunta que te hagas sobre la utilidad o el “para qué” de tus objetivos debería llevarte a una conclusión feliz y final: “… para estar más contenta… para sentir más amor y conexión… para notar más propósito… para ser más feliz, en definitiva”.

Tus metas vitales autodependientes contribuyen y hacen diana en aquello que tu corazón sabe y siente que es realmente significativo y cuenta. Este es el mejor antídoto contra la apatía y la desmotivación.

Apuesta, por tanto, por metas vitales significativas: metas vivenciales, metas de crecimiento y metas de contribución.

…Y si estas metas vitales son autodependientes (y su logro sólo depende de ti), placer sobre placer.


Cómo debes enfocarte y trabajar con tus metas vitales

Reducir tus prioridades te permite planear y manejar, de la mejor manera, decisiones y cambios.

Entonces, ¿cómo puedes convertir tu objetivo en algo irresistible y lograr así la motivación, rompiendo el bucle de apatía? Fácil:

Calibra tu brújula o tu GPS interno: Recupera el faro de tus valores que te dan dirección y motivación

En primer lugar, es necesario tener en cuenta ¿Cuáles son los valores más importantes para ti y que en el día a día dan forma a aquello que consideras importante?

Es momento de conectarte con tus ilusiones y valores de partida.

Plasma por escrito TUS valores: así tendrás un esquema o “esqueleto” de aquellas cosas que valoras y quieres en tu vida, y de aquellas cosas que quieres evitar.

Apunta en una hoja de papel un conjunto de conceptos de carácter abstracto que apunten a las cosas que importan para ti: la amistad, la familia, el deporte, el aprendizaje, el amor, el medio ambiente, las emociones fuertes, etc.

Luego, haz una selección de unos 8 o 9 elementos y ordénalos colocando en las primeras posiciones aquellos valores que sean más importantes para ti.

Formula tus objetivos en términos positivos (metas MARTE: medibles, accesibles, retadoras, temporales y específicas).

Clarifica por qué es importante para ti y qué ventajas te aportará a medio y largo plazo lograr tu meta vital.

Está claro que pocas cosas dan tanta satisfacción como una meta cumplida, ¿verdad? Aprovechemos, entonces los conocimientos que nos aportan los investigadores en este ámbito para conseguirlo.

Caroline Miller, especialista en psicología positiva y en el logro de metas, enfatiza la importancia de que pongas tus metas por escrito para aumentar tus posibilidades de éxito.

Al escribir tus metas ya predispones a tu mente a la búsqueda de alternativas de aproximación y solución.

Responde con honestidad a estos interrogantes sobre tu meta vital:

  • ¿Qué experiencias o vivencias quieres tener en la vida?

  • ¿Cómo quieres crecer?

  • ¿Y cómo quieres contribuir?

Dando un paso más al hilo de lo anterior, en su libro, Creating Your Best Life (2008), Miller propone que escribamos cada una de nuestras metas (vivencial, de crecimiento y contribución en las 6 habitaciones de nuestra vida) y que respondamos a las siguientes preguntas:

  • ¿Mi meta es específica y medible?

  • ¿Constituye un reto?

  • ¿Se relaciona con un valor importante para mí?

Un ejemplo muy clarito de meta MARTE

En 2008, Phelps se propuso ganar 8 medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín, y así lo hizo. Más allá de la actitud de excelencia, tenía una visión muy clarita y muy bien definida (medible – accesible – realista y muyyyy retadora – temporal y específica) de aquello que quería lograr… y lo logró. 😉 

Especifica las fases para lograr tus metas y acércate “a mordisquitos”.

Enfócate en afrontar una decisión y un cambio sobre UN solo aspecto de tu vida a la vez: sólo UNO.

No podemos vivir solo de metas a largo plazo. Es importante dividir estas metas vitales en marcos temporales más cortos para ilusionarnos con los resultados que vamos alcanzando semana tras semana.

Por eso, a partir de aquellas metas que te hayas fijado a largo plazo, segmenta y celebra pequeñas victorias que te acerquen a ellas a lo largo de este mes

Este paso solo sirve para darte cuenta de tu progreso, así que no te obsesiones con él. Finalmente, con estas metas a corto plazo podrás crear calendarios sobre cuál debe ser tu progreso a lo largo del tiempo, para crear un compromiso contigo misma y no tirar la toalla fácilmente. Este calendario te ayudará a tener un control acerca de si vas consiguiendo tus metas o no.

Siguiendo el trabajo de Miller, haz previsión de respuesta y aterriza todo tu plan respondiendo a los siguientes interrogantes:

  • ¿Qué pasos son necesarios para lograr mi meta?

  • ¿A qué obstáculos me puedo enfrentar, por el camino, y cómo los superaré? 

  • ¿Cómo puedo aumentar mi compromiso y motivación?

  • ¿Cuáles son los logros intermedios para saber mi progreso?

También se ha comprobado que es más probable que logres algo si tienes que “rendirle cuentas” o celebrar tus éxitos con alguien.

  • ¿A quién le voy a “rendir cuentas”?

Clarifica y mantén a la vista tus valores, tus razones, “tu por qué” o “tu para qué” y conéctate con la ILUSIÓN.

Éste es tu motor, lo que te motivará durante el camino y lo que te permitirá defender y mantenerte firme en tu elección y en tu cambio. Tener claro el “para qué”, hace que el “cómo” decidir y “cómo” cambiar sea mucho más fácil.

guía decisiones

Y que, cuando el cielo se abra y te engulla, te pille haciendo lo que te pone los pezones de punta. Valentí Sanjuan.

Prioriza y haz que lo importante (en la parcela salud, familia, pareja, ocio, amigos, economía, trabajo o estudios) sea realmente lo que cuenta en tu vida.

Deja las “pequeñeces” y los pensamientos o actitudes tóxicas de lado. Cuando te enfocas en una meta, y no en muchas, es más probable que logres tu objetivo principal.

Reconoce la situación problema o la dificultad inicial y aclara que deseas conseguir exactamente con esta situación. Para ello responde a la siguiente pregunta del método 10-10-10:

¿Dónde quiero estar dentro de 10 minutos, dentro de 10 meses y dentro de 10 años?

Atiza tu creatividad y visualiza

Cierra los ojos un instante e imagina ese hipotético escenario futuro con todo lujo de detalles:

  • ¿Dónde vives? ¿Cómo es tu entorno y qué ves cuándo subes la persiana de tu habitación cada mañana?

  • ¿A qué te dedicas? ¿Cuáles son tus funciones, actividades y responsabilidades cotidianas? ¿Y cuáles son tus fuentes de aprendizaje y crecimiento?

  • ¿Con quién vives? ¿Cómo es la convivencia con tus «compañeros de viaje? ¿Qué experiencias compartes con tu familia, tu pareja y tus seres queridos?

  • ¿Cuáles son tus aficiones y aventuras? ¿Cómo rellenas tu «vasija de actividades nutritivas» y creativas? ¿Y qué viajes realizas?

  • ¿Cuánto dinero ganas y qué te encuentras en tus bolsillos a final de mes?

  • ¿Cuál es tu estado de salud (bio-psico-social)? ¿Qué métodos de bienestar, ejercicio físico y autocuidado sigues?

  • ¿Cómo te ven desde fuera y qué dicen los demás de ti? ¿Qué dirían de ti tus seres queridos en tu funeral? ¿Y qué huella habrías dejado en ellos?

Si quieres ser feliz, haz feliz a otras personas. Dalai Lama.

Es crucial que escribas todo lo que TÚ quieres realmente; no lo que los demás quieren o creen que es mejor para ti.

Una vez que tengas definido este futuro escenario deseado, grábate esa imagen a fuego en tu cabeza. Y cada vez que tengas que tomar una decisión o afrontar un cambio, pregúntate “¿esta decisión y el cambio que la sigue me acercan a mi objetivo o me alejan de él?”

Poner estas conclusiones por escrito te ayudará a ganar en claridad, precisión y convicción en tus acciones futuras, incluso.

Reevalúa tu plan y ajústalo por el camino para que éste siempre sea coherente con tus capacidades y sueños.

Pregúntate con honestidad si tus proyectos actuales y tus acciones están en concordancia con lo que realmente quieres en tu vida.

¿Lo que haces es coherente con lo que quieres para ti a medio y largo plazo? No sólo cuentan los próximos 10 minutos. Céntrate principalmente en los próximos 10 meses y 10 años posponiendo la gratificación inicial de tus deseos más inmediatos.

Recuerda que tus acciones y objetivos solo son útiles si te llevan a donde tú quieres ir. Por todo esto es importante que te tomes un tiempo para comprobar en qué punto del camino estás y para decidir hacia dónde quieres ir.

Tira de muleta digital de apoyo para tus metas vitales

Ya sabes que soy fan de las Apps cuando se trata de encontrar muletas que nos hagan la vida más fácil y cómoda.

Integrar tus objetivos a tu vida digital es una forma sencilla de tenerlos en mente y seguir motivada.

Inténtalo con esta App y logra tachar algunos de los objetivos que tienes en tu lista de pendientes: GoalsOnTrack (disponible para iOS, Android, Windows y desktop)

Basada en las mejores prácticas de la psicología y los principios del desarrollo personal, esta App de productividad personal y objetivos te guía a través del proceso para establecer tus metas…

  • Grabas tus metas.

  • Entiendes el propósito de tus metas.

  • Pones una fecha de inicio y fin.

  • Creas tu plan de acción.

  • Llevas un registro del progreso.

  • Compartes y celebras tus logros.

Puedes usar una de sus plantillas y personalizar tu propio plan de acción, y luego registrar tu progreso marcando cada acción que completes.

Este programa también incluye un diario en el que puedes escribir tu progreso y un registro de tus hábitos que te ofrece una guía visual hacia el logro de tus metas vitales.

Recalibra tu brújula si es preciso y revisa tus metas vitales

Con el tiempo todas y todos cambiamos, y es posible que una de tus metas vitales deje de ser importante o deje de tener sentido para ti pasado un tiempo. Esto es normal y forma parte de nuestro proceso de cambio, crecimiento, evolución psicológica.

Por este motivo, debes hacer un seguimiento de tus avances y prestar especial atención a un elemento:

¿Lo que haces sigue motivándote y despertando en ti ilusión?

Si no lo hace (y no se trata de un día malo, si no de una mala racha de apatía en el tiempo), abandona esas metas sin juzgarte ni sacar tu látigo de superheroína de paso.


Para tatuar (o casi)

Recuerda…

Cualquier desafío importante comienza con establecer metas y objetivos vitales significativos y claritos para el cambio que deseas.

metas finales

Por lo tanto, establecer bien tus metas vitales es un arte sagrado: el arte de determinar por qué vale la pena luchar y esforzarte cada día.

Y hasta aquí hemos llegado hablando del significado y el manejo de tus metas vitales. Si crees que necesitas un apoyo específico extra, no te cortes y contacta conmigo para que pueda tenderte un puente estratégico extra.

autocuidado


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Decídete ya y reserva tu sesión estratégica 

¿Quieres que te ayude personalmente a construir un plan de acción alineado con una vida plena, feliz y con propósito? ¡Decídete ya y cambia para mejorar tus metas y tu vida!

Creo firmemente que un psicólogo online puede ayudarte a mejorar la forma en la que manejas tus metas vitales.

Si quieres que te tienda un puente extra de bienestar y poderío psicológico (estés donde estés), es muy fácil… 

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¡Un abrazo y hasta pronto!

Cris. Decideteycambia.

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Soy Cristina Centeno, psicóloga y «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar.

 

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