Tabla de contenidos
Cómo gestionar el hambre emocional y adelgazar: El testimonio de superación de mi paciente “Alejandra”
No es la primera vez que abordamos en nuestra embarcación dificultades de psiconutrición, como el sobrepeso fruto del hambre emocional y los atracones.
En muchas ocasiones, la labor de los psicólogos implica brindar herramientas para manejar el malestar emocional de las personas. Esto es algo que “Alejandra” necesitaba desde hacía tiempo.
Algunas personas canalizan la ansiedad mordiéndose las uñas, otras haciendo deporte, y nuestra amiga “Alejandra” lo hacía a través de la comida, pegándose atracones. Gran parte de las dificultades que comparte “Alejandra” en su relato forman parte del cuadro de “hambre emocional”.
¿Cómo canalizas tu ansiedad normalmente?
Hoy, de la mano de mi terapiada diamante “Alejandra”, rescataremos muchas claves psicológicas que nos ayudarán a entender, por una parte, cómo funciona la trampa del hambre emocional. Descubriremos también cómo la psiconutrición es una herramienta que puede ayudarnos a reconciliarnos con nuestra alimentación y nuestro cuerpo.
Testimonio de una “comedora emocional”
Antecedentes de un problema de hambre emocional y sobrepesoConocí a Cris, mi psicóloga, hace un año aproximadamente, después de más de 5 años lidiando con mi tendencia a los atracones y mi sobrepeso. Yo siempre he sido una persona rellenita y con kilitos de más. A los 25 años engordé mucho con mi embarazo. A los 30 años ya no era capaz de bajar de los 80 kilos, a pesar de mi estatura. Aunque el peso en la báscula es solo un numerito, lo peor era mi malestar interno. Yo me sentía muy a disgusto con mi cuerpo y evitaba todos los espejos. Solo vestía con ropa ancha y oscura y huía siempre de las fotos. Hace dos años, en atención primaria, me derivaron a un endocrino, y más tarde acudí a una nutricionista. Conseguí regular mis niveles de tiroides, pero la dieta que me pautaron solo me sirvió para amargarme y frustrarme aún más. Intenté seguir una dieta hipocalórica de 1000 calorías, basada en frutas y verduras principalmente. Para mí era complicadísimo seguir esta dieta tan restrictiva y tan poco ajustada a mis motivaciones y hábitos. El círculo vicioso de las dietas restrictivas y el hambre emocionalAlgunos platos me saciaban, pero yo sentía un vacío tan grande que compensaba mi frustración, pegándome atracones a escondidas. Y claro, luego me asaltaban momentos de gran culpa y arrepentimiento. Si una semana lograba bajar un kilo con la dieta, la semana siguiente recuperaba dos kilos del tirón. Yo sabía que me estaba engañando y que algo no estaba funcionando bien, porque cada vez me alejaba más de mis objetivos de salud y bienestar. Un día buscando información sobre trastornos de conducta alimentaria y atracones me encontré la web de Cris y decidí llamarla… Al leer lo que era el hambre emocional, pensé que me hablaba directamente a mí y decidí ponerme en sus manos para arreglar lo que fallaba. Este relato continuará… “Alejandra”, 31 años. Dependienta. Tenerife. |
Momento de romper la espiral del hambre emocional y los atracones
Tal y como nos transmite “Alejandra” con su testimonio, ya vemos que el problema del “comedor emocional” va más allá de los números de la báscula.
Esta dificultad se retroalimenta con pensamientos, emociones, conductas, hábitos y relaciones poco funcionales. 
Tal y como le ocurría a “Alejandra”, y contemplando la influencia de las emociones en el peso, es normal encontrar personas con sobrepeso u obesidad, que comen por encima de sus necesidades fisiológicas. Y no lo hacen porque tengan hambre, sino porque padecen ansiedad y no la encauzan de manera funcional.
Toda esta perversa espiral (de pensamientos – emociones – conductas desajustados y disfuncionales) lleva a las personas a encauzar su ansiedad a través de los atracones de comida.
Más que una dieta restrictiva, este tipo de perfiles necesitan ayuda y acompañamiento de profesionales especializados.
En estos casos lo mejor es acudir a un psicólogo, con formación en psiconutrición y trastornos de conducta alimentaria. Y esto es precisamente lo que hizo “Alejandra”.
Testimonio de una “comedora emocional” rehabilitada: un caso de éxito
El primer paso para mejorar es reconocer que necesitamos ayuda para superar la dificultad de “hambre emocional”¡Llega un momento en el que decimos: ni un día más… yo sola no sé o no puedo con esta losa de los atracones de comida! Tras darle muchas vueltas me armé de valor y pedí ayuda profesional a Cris. “Hola, soy Alejandra y estoy cansada de ser una comedora emocional”Decidí darle una oportunidad a Cris y su itinerario de psiconutrición, y, un año después, no puedo estar más contenta.
Además de trabajar mucho con temas de psicoeducación para identificar la causa y los detonantes de mis atracones fruto del hambre emocional, entre las dos diseñamos un plan de alimentación real con ingredientes sanos y que me gustan, incluyendo la posibilidad de vivir recaídas y contemplando algún capricho puntual. Consensuar un plan de psiconutrición a medida, y en función de mis necesidades, horarios y gustos, creo que ha sido crucial. Cambié ese “estoy a dieta”, por un “tengo una alimentación real que me encanta y no me da bajuna”.No solo he conseguido adelgazar… Además de los 15 kilos que he perdido por el camino, en terapia he aprendido a mejorar mi discurso interno, a encauzar mejor mis decisiones, a fijar buenos hábitos de autocuidado y perseverar con disciplina y, casi lo más importante, he fortalecido mi autoestima. Y, claro, soltar el lastre de los complejos e inseguridades, ¡se nota por dentro y por fuera! Salir a caminar e incluso correr en mallas por el parque del Retiro me parece una proeza, porque ahora no me escondo. Tener recaídas y días malos también forma parte del proceso de recuperación y sanaciónAhora ya sé que tener bajoncillos o estar decaída es algo completamente normal. Llevo un registro diario de mis fluctuaciones de ánimo y procuro distraerme y realizar actividades alternativas para no recurrir a los atracones.
Yo animo a cualquier persona que esté en una situación similar a la mía que se deje ayudar y que acuda a un psicólogo especializado en psiconutrición, hambre emocional y atracones. Jamás pensé que mi cabeza me manipulaba con tanto “pez cagón” que influía de forma tan brutal en mi forma de alimentarme y relacionarme con mi cuerpo. ¡No ha sido un proceso sencillo, pero ha sido una metamorfosis total y con esta catarsis ya soy otra mujer! A día de hoy puedo decir bien alto que estoy orgullosa de mi trabajo en terapia. Como siempre dice Cris, estás a una decisión de cambiar y sentirte mucho mejor con tu alimentación, tu cuerpo y tu vida. ¡Póntelo fácil! “Alejandra”, 31 años. Dependienta. Tenerife. |
¿Qué te ha parecido el testimonio y el relato del antes y el después del itinerario de psiconutrición de “Alejandra”?
Después de todo lo expuesto, si te resuena el patrón descrito de “Alejandra”, te invito a no tomarte a la ligera tus dificultades de hambre emocional.
Si andas peleada con tu patrón de alimentación emocional y tu posible sobrepeso, déjate ayudar.
Toma hoy tu decisión más importante: “Ya no quiero ser una comedora emocional”
Ponte en contacto con un buen psicólogo especialista para superar tus dificultades de hambre emocional
Comparte un mensajito con nosotros a través de info@cristinacenteno.com y, ya sea en formato online o presencial (tanto en Tenerife como en Madrid), los profesionales de Decídete y Cambia nos pondremos el mono de trabajo contigo para mejorar los hábitos (cognitivo – emocionales – conductuales) implicados en tu patrón de alimentación.
No dudes en ponerte en contacto con nosotras. Puedes acceder a una píldora terapéutica de 30 minutos por solo 29 euros.
Solicita una Consulta en Decídete ya y Cambia
Si te interesa saber más sobre nuestro itinerario de psiconutrición, reserva tu sesión de 30 minutos AQUÍ.
¡Un abrazo grande y hasta pronto, querid@ amig@!
Cris. Decideteycambia.
 |
Soy Cristina Centeno, psicóloga y “acanariada” feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar. ¿Estás lista para liderar la vida que realmente quieres y mereces? |