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Antojos de azúcar… hora de destaparlos y controlarlos
«Me pierden los antojos cargados de azúcar ¡Ay esas torrijas de Semana Santa!» 😳
Hoy déjame hablarte nuevamente de psiconutrición de la mano de mi paciente «Elisa» y su relación con los «antojos azucarados»:
Estoy harta porque siento que llevo años probando y abandonando todo tipo de dietas, pero la comida y mis “antojos más azucarados” me llevan por el camino de la amargura… Después de pasar hambre y atravesar momentos de sacrificio, consigo bajar peso, pero luego llega el maldito efecto rebote. ¡Boom! Lo peor de todo es mi ansiedad por comer: pienso todo el rato en comida y en posibles “antojos”. Quiero comer más sano, pero si tengo un mal día, siempre termino «cayendo». “Elisa”, 36 años. Valencia.. |
Hablemos de tu engache a los antojos de azúcar
El relato de Elisa y su pelea con los antojos azucarados no termina aquí. Déjame compartir contigo el resto de sus demandas y ejemplos de situación problema en nuestra última sesión de acompañamiento terapéutico orientado hacia la psiconutrición.
Un ejemplo clarito de «enganche» a los antojos, en forma de comida basura y el azúcar
Después de un día estresante de curro, me planto en el sofá para ver Netflix y el cuerpo (o mi mente) necesitan y me piden compulsivamente comida “guarra”, rápida y bien cargadita de azúcar. ¿Tu cuerpo y tu mente también te piden azúcar a gritos?De hecho, suelo pedir a domicilio y darme un “homenaje”, que implica comer hasta llenarme y terminar al borde del empacho. Es más, si me dan una mala noticia o tengo una discusión con alguien cercano, necesito ir, con urgencia, a por un helado, una galletita (o 20), una pizza, una hamburguesa, croquetas congeladas, Coca-Cola, un batido o una tableta entera chocolate. No tengo ningún tipo de autocontrol, vaya. La trampa de los refuerzos positivos bien cargados de azúcarY parece que éstos son los únicos “refuerzos positivos” que me proporcionan placer y me calman la ansiedad. Lo peor es que al día siguiente me suelo encontrar «cuerpo escombro» total, como sin fuerzas… cada dos o tres horas debo comer algo para poder seguir “funcionando”. Prefiero ni mirar las etiquetas porque mi «bicho interior» me pide cosas con mucho azúcar, y no logro evitar la tentación. Eso sí… Después de un día de atracón, me siento culpable, débil y sufro un montón porque no puedo evitar recurrir a los antojos y la comida basura como salvavidas. Y claro la imagen que me devuelve el espejo no me gusta en absoluto y termino peleada y frustrada con mi báscula, con mi espejo y conmigo misma por mi falta de voluntad. Como Bridget Jones con su helado…Muchas noches soy la viva imagen de Bridget Jones, en albornoz, con mi bote enorme de helado y viendo alguna peli lacrimógena en mi sofá. Quiero desengancharme de mis antojitos, por mi salud y mi autoestima.“Elisa”, 36 años. Valencia. |
¿Qué te parecen las agridulces palabras de mi paciente «Elisa»?
Tal vez te identificas también con parte de su mensaje.
¿Tú también sientes que tienes muchos antojos y sientes que tienes enganche por los productos azucarados?
¡No te preocupes!
Esos antojos están diseñados para seducirnos, así que ya que ves que no eres la única que tiene dificultades para controlar el impulso por los productos azucarados.
Enfréntate a tus antojos de azúcar con más psiconutrición
Tenemos demasiados antojos, en parte, porque tenemos más comida y bebida de lo que necesitamos… Y en parte, porque estamos estresadas.
Hoy me encantaría ayudarte con un conjunto de estrategias psicológicas eficaces para para que controles y superes tu tentación por los “antojos azucarados” para lograr todo el poderío nutricional y psicológico que mereces.
Compartiré contigo un completo repertorio de claves psicoeducativas, que, en sesiones de psicoterapia y psiconutrición, trabajo habitualmente con las pacientes que desean controlar mejor sus antojos de azúcar.
¿Te acuerdas de mi paciente “Isabel” y su lucha con el azúcar?
Aprovechando el mensaje de S.O.S. que lanzaba «Isabel», en el artículo “Lo que necesitas saber de la adicción al azúcar”, desmenuzábamos juntas las dinámicas e implicaciones psicológicas que se escondían detrás de nuestra adicción por los productos más dulces.
Ahora ya sabemos que somos lo que comemos y somos producto de lo que comieron nuestros ancestros.
Pero también sabemos que el azúcar condiciona o afecta nuestra salud biológica, psicológica y social, y está en la base de padecimientos o cuadros tan graves como el síndrome metabólico.
Esta toma de consciencia es el punto de partida para afrontar elecciones y acciones (coherentes y conscientes) para desengancharnos y liberarnos de la necesidad de recurrir a los antojos azucarados cuando algo se tuerce en nuestra vida.
Clave 1. Sé consciente de las trampas que se esconden detrás del enganche a los “antojos azucarados”
No me detendré demasiado en este punto, porque, en nuestro artículo: “Lo que necesitas saber de la adicción al azúcar”, ya hemos tenido oportunidad de abordar juntas los mecanismos ocultos detrás de nuestra adicción al azúcar.
También hemos analizado juntas todoooo lo que le hacen esos antojitos poco saludables a tu cuerpo, tu cerebro, tu autoestima y tu bienestar bio-psico-social.
Una ingesta excesiva de azúcar puede ir asociada a problemas o enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, la hipertensión, la dislipemia y la aterosclerosis. Dolencias que suelen ir de la mano, en muchos casos.
Por este motivo, este conjunto de enfermedades de la opulencia se enmarca dentro del denominado Síndrome Metabólico vinculado a la adicción al azúcar.
De la mano de mi compañera Esther Cantero, también hemos tenido oportunidad de ir desvelando claves fisiológicas de alimentación y autocuidado alternativas a nuestro enganche al azúcar.
Clave 2. Comprende y apuesta, desde hoy, por las ventajas de una alimentación más REAL para conseguir un cuerpo bien nutrido
¿Tienes claros tus objetivos de cambio y tu hoja de ruta? ➡ Toma tu decisión
Para vencer cualquier adicción debemos estar firmemente convencidas de la necesidad de hacerlo.
Lo mismo ocurre con el impulso que nos lleva a consumir estos productos tan poco nutritivos.
Es importante estar convencida de que quieres modificar tus hábitos y que conoces la importancia y los riesgos de refugiarte en tus antojos de azúcar.
Además de consumir alimentos de verdad sin procesar, disminuir el consumo de azúcar es una de las mejores decisiones que puedes tomar para mejorar tu salud.
Sabes de sobra que, un cuerpo bien nutrido se traduce en un cuerpo más sano, más feliz y con más poderío.
Juntas hemos descubierto que comer no es lo mismo que nutrirnos, así que, desde hoy, decídete y apuesta por las ventajas bio-psico-sociales de una alimentación REAL.
En el menú de una alimentación real debes contemplar los siguientes elementos:
Clave 3. Introduce cambios mentales – emocionales – conductuales a “mordisquitos” para ir construyendo nuevos hábitos de alimentación REAL
Apoyándome en el trabajo de mi compañera Esther Cantero, déjame resumirte, gráficamente, las claves que veíamos en nuestro último artículo para romper el romper el binomio fatal entre azúcar y síndrome metabólico.
Los puntos cardinales a la hora de introducir cambios en tu alimentación para reeducar a tu cuerpo y tu mente: equilibrio, coherencia y consciencia
No dejes que el azúcar y este tipo de alimentos que te aportan calorías vacías te controlen. Toma los mandos y comienza por estar unos pocos días sin recurrir a este tipo de antojos azucarados.
Una vez más, presta atención a lo que necesita tu cuerpo. No le engañes con productos insanos. Dale comida de verdad. 😎
Entiende que cuando un hábito está tan arraigado en tu vida, necesitas tiempo, paciencia, disciplina y perseverancia para ir abordando las decisiones y los cambios poquito a poco, pero sin tirar la toalla antes de tiempo.
Aunque a ratos te falle la motivación , persevera apelando a tu responsabilidad, tu disciplina y la coherencia con tus valores y tus objetivos de autocuidado.
“A mordisquitos” y con mini-acciones de cambio te resultará más sencillo ir controlando, poco a poco, tus antojos azucarados.
Puedes realizar esos cambios en tu dieta de manera gradual.
Lo mejor es que lleves a cabo modificaciones pequeñas y diarias, para ir poniendo tu entorno, tu cuerpo y tu mente a tu favor.
Clave 4. Registra cada mini-elección y mini-cambio en tu “agenda de alimentación real y feliz”
El primer paso para llevar una buena alimentación es ser conscientes de lo que estamos consumiendo.
En este sentido, una estrategia de psiconutrición que aconsejo a mis pacientes es preparar una “agenda de alimentación real y feliz”.
Te recomiendo, en esta dirección de consciencia, coherencia y equilibrio, llevar un registro de tus elecciones y cambios diarios en tu forma de alimentarte y cuidarte. Poco a poco, irás descubriendo logros y áreas de mejora que celebrar o pulir.
Puedes descargar la plantilla que utilizo con mis pacientes para imprimirla y tenerla bien visible en tu cocina:
Un ejemplo de «notas emocionales» registradas en la «agenda de alimentación real y feliz»
En este punto, permíteme ponerte un ejemplo muy clarito de la “agenda de alimentación real y feliz” de mi paciente “Elisa”.
Día 3 de alimentación libre de antojos azucarados:Querido diario… Viernes, seis y media de la tarde, salgo del curro y paso por el supermercado a comprar comida. Lleno rápidamente mi carrito y salgo pitando para coger el autobús. Llevo resistiéndome con uñas y dientes a abrir el armario de los dulces en casa, pero siento que ya no puedo aguantar más la tentación. En una de mis bolsas de la compra asoma una barra de pan integral, pero yo hundo mi brazo hasta el fondo y voy directa hacia la caja de galletas con pepitas de chocolate. Pienso con una sonrisa: ¡Mi premio del día! ¡Al cuerno mi disciplina y el trabajo de mis últimos 2 días! Al llegar a mi parada decido sepultar la sugerente cajita de galletas en el fondo de la bolsa. Me he esforzado muchísimo en no comerme las dos últimas galletas para acallar ese sentimiento de culpa que ya me empieza a aflorar. Aun así, cuando llego a casa descubro que mi compra me ha vaciado el bolsillo, pero no lleno la nevera. He vuelto a comprar un montón de picoteos y chucherías a evitar. Me derrumbo en el sofá y me siento fatal por mi falta de autocontrol. 😕 Elisa, 36 años. |
Clave 5. Haz previsión de respuesta porque no todo el proceso será lineal, y póntelo más fácil en la relación con tu entorno
¿Qué crees que le ha pasado a “Elisa”?
Adquirir un hábito y mantenerlo en el tiempo no es una tarea sencilla, y es normal toparnos con altibajos y momentos de debilidad en los que nuestra disciplina se nos cuela por el desagüe.
Te toca, por tanto, hacer previsión de respuesta y ser compasiva cuando cometas un error, o te caces en una debilidad.
¿Cómo puedes ponértelo más fácil para desengancharte progresivamente de tus antojos de azúcar? ➡ Cuidando tu entorno
Ya lo decíamos en nuestro último artículo, lo ideal es que no tengas en casa, ni a mano ni a la vista este tipo de antojitos tan seductores.
Déjame hacer un inciso para recordarte que, no se trata, en ningún caso, de obsesionarnos y sacar el látigo de superheroínas para cumplir a rajatabla, desde el día 1, todas estas recomendaciones de alimentación.
Te animo a ir cambiando las autoexigencias por preferencias sanas y progresivas de alimentación y autocuidado sin caer en el perfeccionismo asfixiante.
Recuerda que, cuanto más evites “ese blanquito objeto de deseo”, más lo querrás.
No se trata, por tanto, de cortar de raíz y evitar a toda costa cualquier alimento que contenga azúcar, porque esta huida podría llevarte a experimentar el efecto contrario, tal y como le ocurre a “Elisa”.
Como, en casi todo, el equilibrio, la coherencia y la consciencia serán los puntos cardinales de nuestra brújula de psiconutrición.
¿Cómo desviar la atención de las “galletitas” y los productos dulces?
No comprar estos antojos de azúcar es la mejor opción. Si no lo compras, no lo comes. Parece bastante lógico, ¿no?
Sin embargo, si aún tienes en casa, la mejor estrategia es deshacerte de estos antojos azucarados.
La mala noticia es que esconder tus antojitos azucarados no te servirá de mucho. Sabrás dónde están, en ese cajón prohibido o en el fondo de ese armario y pensarás en ellos una y otra vez. 🙄
¿Y cómo puedes hacer esto?
Puedes optar por regalar todos esos “antojos azucarados” a tus vecinos o compañeros de trabajo.
A veces no podemos confiar en nuestra disciplina y fuerza de voluntad. Así que, si tus antojos azucarados están en un lugar donde no puedas ni verlos ni cogerlos, estupendo. Esto aumentará tus probabilidades de éxito.
Pon las situaciones y tu entorno a tu favor con “antojos” alternativos más saludables
La búsqueda de situaciones y entornos alternativos a los antojos de partida difiere mucho entre personas…
Dependiendo de tu personalidad, de las situaciones que vivas, de si los antojos suelen darse en tu trabajo, por la noche, viendo la televisión o después de comer, etc. Hay tantos tipos de antojos como personas, vaya.
Si caes en la tentación cada vez que pasas por un lugar concreto (una cafetería, una panadería…), intenta cambiar de ruta y evita comprar ese antojo azucarado.
Bien. Llegado este momento en el que te has deshecho de los antojos de tu cocina y has logrado esquivar algunos lugares que llevan directa al “desbarre”, ¿cómo puedes quitarte los antojos de tu paladar y de tu mente?
Clave 6. Educa tu paladar
Una gran noticia: tu paladar es educable
Precisamente Esther nos hablaba de este punto en el directo que compartíamos juntas sobre psiconutrición.
Nuestra nutricionista rescataba que ahora, con dos cucharadas de una tarta de tiramisú está más que saciada y que cualquier tartita le resulta demasiado dulce o empalagosa, incluso.
¿Te parece una prueba de autocontrol titánica abandonar el tiramisú después de dos cucharaditas? Esther no lo ve así, en absoluto. Su cuerpo y su mente le piden alimentos REALES, sólo eso.
Poco a poco, siguiendo una alimentación más saludable basada en más verduras, frutas, y otros alimentos que aporten nutrientes a tu organismo, tu paladar y tu mente se convertirán también en tus aliados.
De esta forma tus órganos, tus músculos y todo tu cuerpo se encontrarán “saciados” y no tendrán esos antojos azucarados.
Clave 7. Ocúpate de tu mente manteniendo a raya los antojos azucarados de tu cerebro
Otra buena noticia: tu mente también es educable
Hora de reeducar a tu mente sorteando los momentos de “hambre emocional”
De repente te apetece algo dulce. Pero, espera. Si te has alimentado correctamente, y estás saciada gracias a la inteligente elección que has hecho de alimentos que sí te convienen, da un paso atrás y pregúntate:
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¿Tengo hambre de verdad?
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¿Estoy ante un arrebato de hambre emocional?
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¿Realmente necesito comerme esto o es más un deseo impulsivo?
Cada vez que vayas a echar mano de algún antojito azucarado, intenta posponer la gratificación en el tiempo y hazte estas preguntas a ti misma.
Clave 8. Aprende a distinguir tus arrebatos de hambre física y de hambre emocional
Te recuerdo que el hambre emocional se refiere a aquellos momentos en los que acudes a la comida como mecanismo para lidiar con tus emociones o como medio de escape para evitar afrontarlas.
Este tipo de hambre no tiene nada que ver con las necesidades fisiológicas de tu cuerpo, y ambas sabemos que es más común de lo que se suele pensar.
Y para que termines de ganar en claridad, te recuerdo gráficamente las diferencias entre hambre física y hambre emocional.
Te recomiendo imprimir este cuadro para no “hacerte trampas” y pasarle la prueba del algodón a cada impulso de ir a la nevera o la despensa a “cazar algo”.
Es más, para facilitarte la tarea vamos a terminar de completar tu agenda de «alimentación real, feliz (y libre de antojos de azúcar)» completando una fichita, a modo de diario, para trabajar con tu hambre emocional.
Clave 9. Recupera tu agenda de «alimentación real, feliz (y libre de antojos de azúcar)» para completar tu diario de hambre emocional
Tener un diario de hambre emocional puede ayudarte a tomar conciencia de las sensaciones emocionales más ligadas a determinadas conductas alimentarias y resulta especialmente útil para descubrir la raíz de tus antojos de azúcar.
Básicamente este diario puede convertirse en una poderosa herramienta de autoconocimiento y de atención plena que, seguramente, te llevará a descubrir que la mayoría de los antojos aparecen en momentos de especial tensión emocional (el estrés antes de un examen, una mala noticia, una discusión gorda, las restricciones de la pandemia, etc.).
A continuación, te explico cómo completar esta parte de tu diario en tu agenda o cuaderno:
Dibuja o directamente descarga, imprime y pega en tu agenda una tablita con cuatro columnas
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Hora: registra la hora de tu comida.
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Comida: escribe los alimentos que has comido.
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Escala de hambre de 1 a 10: anota el número que corresponde a tu nivel de hambre en el momento de comer, siendo 1 “nada de hambre” y 10 “extremadamente hambrienta”
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Emoción activa: registra la emoción presente al momento de comer (si la hay). Te facilito algunos ejemplos de emociones que puedes incluir en tu registro:
- Ansiedad
- Inquietud
- Irritabilidad
- Agitación
- Felicidad
- Aburrimiento
- Estrés
- Tristeza
Siéntete libre, eso sí, de incluir otros y utilizar tus propias palabras para detallar y explicar tus estados emocionales.
Completa este diario al menos 7 días.
Después de los 7 días, analiza detalladamente esta herramienta e intenta encontrar patrones recurrentes.
Toma apuntes de cada descubrimiento que vas haciendo y posibles patrones y correlaciones entre situaciones, tus estados emocionales y tus elecciones y conductas de alimentación.
Mi paciente «Elisa» en su diario de hambre emocional regista, por ejemplo:
Día 6 de mi cambio de hábitos de alimentación
He descubierto que los antojos de cosas dulces siempre me han llegado a media mañana, después de la reunión con mi jefe, cuando mi nivel de estrés es más alto; o bien a media tarde, cuando «me escaqueo del gimnasio» y estoy en casa aburrida. “Elisa”, 36 años. |
Recuerda que el estrés, puede ser tu enemigo más poderoso
La propia hormona del estrés, el cortisol, produce hambre y contribuye de forma importante al almacenamiento de grasa en la barriga o, peor aún, a sufrir de diabetes de tipo 2. Resulta crucial, por tanto, frenar esta situación de estrés ascendente en cuanto que se advierte su presencia.
Una clave sencillita al alcance de tu mano para poner el cortisol a tu favor:
Según se ha demostrado, realizar una serie de aspiraciones profundas produce una reacción metabólica en tu organismo que intercambia el mecanismo dedicado a almacenar grasa por el mecanismo inverso de quemarla.
¿Cómo te quedas?
En este sentido, cinco respiraciones realizadas de forma lenta y con profundidad, antes de cada comida, te ayudarán mucho.
Ahora retoma tu plan de acción con estrategias que te permitan hacer previsión de respuesta.
Sé creativa y adelántate a la aparición de los antojos de azúcar para cada descubrimiento que has hecho.
Por ejemplo: “Haré una pausita a media mañana para regalarme 5 o 10 minutos de respiración consciente.”
Implementa tus estrategias de forma permanente y sé constante ocupándote de tu mente principalmente.
Recuerda, eso sí, que todo proceso toma tiempo y requiere de tu disciplina.
Entonces…
¿Cómo puedes ocuparte de tu mente para afrontar estos episodios de «antojos» o «hambre emocional»?
Clave 10. Ocúpate de tu mente más datos coherentes y conscientes que sustenten tus decisiones y acciones
Empieza a controlar tus antojos de azúcar con más coherencia y consciencia
Sé más consciente y procura tener tu mente donde tienes tu cuerpo, a la hora de afrontar tus decisiones de compra y alimentación
Comer conscientemente es la clave de tu éxito
Cada vez que sientas que necesitas consumir algo con azúcar, pregúntate si realmente lo necesitas, si es debido a alguna variable de tu entorno o si se trata de una ocasión especial.
La anticipación y la planificación también claves para controlar mejor tus antojos mentales
Ya hemos hablado de la importancia de hacer previsión de respuesta para adelantarnos a las situaciones de debilidad y los altibajos en nuestra motivación y disciplina de autocuidado.
¿Cómo puedes deshacerte de ese hábito, que probablemente arrastras desde la infancia, de recurrir a los antojos azucarados, como fuente de gratificación?
Clave 11. Apuesta por hábitos alternativos más saludables
Una estrategia muy útil es sustituir ese condicionamiento en forma de comportamiento impulsivo por los antojos por otro tipo de conducta más eficaz y coherente con tus objetivos de bienestar a medio y largo plazo.
Desde hoy, te invito a atizar tu creatividad para cambiar un hábito que no te conviene por otros saludables que te producen un placer similar y están libres de efectos secundarios.
Con un poco de imaginación, paciencia y disciplina, “Elisa”, “Isabel”, tú y yo podemos reprogramarnos para llevar una vida lo más sana posible, buscando aquello que nos guste sin que nuestro organismo sufra las consecuencias.
¿Qué se gana el premio al momento feliz del día?
No vale decir: ¡mi tarrina gigante de helado de chocolate!
Apóyate en placeres primarios y secundarios alternativos
Piensa en todos esos placeres primarios y secundarios tan baratos y libres de efectos secundarios:
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Un abrazo
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Un paseo por la montaña
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Una duchita caliente
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Escuchar la risa de tus hijos
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Recrearte en un sueño bonito
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Preparar una sorpresa de cumpleaños a tu pareja
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Panificar el próximo viaje (post-pandemia) …
Escuchar música, salir a andar, correr, meditar o leer, son actividades alternativas que puedes disfrutar en el momento en que pienses que “necesitas ese antojo bien cargado de azúcar”.
Déjame recordarte que también puedes reemplazar esos antojos azucarados por otros alimentos, como fruta fresca o frutos secos.
Lo importante es que la alternativa sea, no solo más saludable, sino que, además, te guste y la disfrutes.
No se trata de autocastigarte, sino de controlar tu mente, saber qué necesitas realmente y darle a tu cuerpo las mejores opciones.
Evitar estos antojos y productos insanos sustituyéndolos con otros comportamientos te ayudarán a superar la adicción al azúcar. Las decisiones saludables estarán empezando a formar parte de tu nuevo estilo de vida.
Clave 12. Escucha a tu interior para descubrir cómo y por qué te torpedeas al intentar controlar tus antojos de azúcar
Después de un tiempo, empezarás a comer por placer y no por hábito. Podrás reintroducir en la dieta pequeñas cantidades. ¡Pero hazlo por capricho, y no por costumbre de atiborrarte, vaya!
¿Y si con todo esto no me funciona? ¿Qué hago? ➡
Doble taza de paciencia y perseverancia
Sigue con esos nuevos comportamientos que has incorporado en tu día a día hasta que se conviertan en hábitos, y no te rindas antes de tiempo. “A mordisquitos todo va mucho mejor”.
Ya hemos visto que…
Hacer un registro de lo comes, tratar de consumir platos más equilibrados y evitar comprar dulces, son pequeñas acciones que te pueden servir al principio para superar la tentación de los antojos de azúcar.
Si pasada la primera semana, aún sigues teniendo dificultades controlar tu impulso a recurrir a antojos cargados de azúcar, tal vez debas revisar nuevamente tu interior y escuchar qué ocurre.
Ponle un altavoz a tus necesidades más psicológicas
Párate para darle un altavoz a las necesidades que no estás cubriendo. Esas necesidades insatisfechas que te hacen refugiarte en la comida y en este tipo de alimentos.
Es el momento de hacer un pequeño parón y observar tu vida con coherencia y consciencia, porque, en muchos casos, esos antojos y ansias de comer azúcar pueden deberse a algún vacío emocional.
Te recuerdo que ese antojo, de tomar más y más dulces, puede estar enmascarando la necesidad psicológica de afecto, atención o de seguridad.
Es necesario, por tanto, que hagamos un valiente ejercicio de coherencia y honestidad para ponernos una oreja por dentro y plantearnos cuáles son nuestras necesidades reales.
¿Qué estoy intentando tapar o “amortiguar” con esta barrita de chocolate?
De hecho, la incertidumbre y el miedo que llevamos arrastrando en este año de pandemia hace que nuestra lista de la compra tenga más antojos en forma de cerveza, chocolate, helado, aceitunas o patatas fritas que en tiempos normales.
Cuestiónate:
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¿Me siento bien en general?
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¿Estoy satisfecha con mis relaciones personales?
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¿Tengo suficientes “momentos dulces” en mi vida que me hacen feliz?
Tal y como describe mi paciente “Elisa”, después de un día estresante, de recibir una mala noticia o tener una discusión con alguien, parece que nuestro cuerpo y, principalmente, nuestra mente tiene ansia viva por refugiarse en todos esos antojos azucarados, que tan bien conoces.
¿Realmente podemos camuflar o reemplazar nuestras necesidades psicológicas por antojos dulces?
¿No sería más sano y eficaz introducir decisiones y cambios (mentales, emocionales, conductuales, relacionales…) para satisfacer nuestras necesidades reales?
Ante tus agujeros psicológicos ➡ decisiones y cambios coherentes y conscientes que satisfagan tus necesidades reales.
Clave 13. Celebra tus mini-logros y cambios
¿Ya sabes cómo celebrar el éxito doblegando tus antojos de azúcar?
Y, tan importante o más que hacer previsión de respuesta en tu proceso, es que celebres cada uno de tus mini-logros y mini-cambios de alimentación y autocuidado.
Pistas finales para controlar los antojos de azúcar
Después de todo lo compartido, mi propósito con el artículo no es que dejes de comer lo que te gusta, sino que comprendas las razones que hay detrás de ese comportamiento impulsivo.
Hablar contigo misma, escucharte y ser consciente de lo que comes y de tus hábitos te llevarán a tomar las riendas de tu vida.
El azúcar y tus “antojitos” pueden estar ahí, sí. Pero debe ser de manera ocasional. Un capricho. No dejes que esté en tu día a día como un hábito convertido en necesidad.
Ya lo sabes…
Pequeños placeres en la vida son saludables dentro de un estilo de vida y hábitos adecuados.
Esto nos hace a todas más libres y más felices.
¿Y tú? ¿Qué experiencias has tenido con el azúcar? ¿Conoces a alguien que sea adicta a los dulces?
Pregúntate ahora (antes de tu próximo bocado):
¿Tienes la mente donde tu cuerpo (y tu boca)?
Por cierto… ¿Quieres que te desvele cómo va “Elisa” en su guerra con los antojos de azúcar?
Relato final “Elisa” en la guerra contra los antojos de azúcar
Día 22 de mi cambio de hábitos de alimentaciónSiete y media de la tarde… Me ha costado un triunfo, pero he conseguido ir a clase de BodyPump. Salgo del gimnasio a tope de energía y decido ir a comprar al mercado del barrio. Noto que mi cesta se llena más despacio que de costumbre, paso por cada puesto eligiendo cada producto con detenimiento. Me siento en el autobús de vuelta. Miro hacia abajo y veo asomar unas deliciosas manzanas que han sido mi capricho del día. En mi cara se refleja de nuevo mi sonrisa, que me acompañará durante todo el día. ¡Hoy han primado las decisiones coherentes y conscientes en mi alimentación y he conseguido más poderío personal aplicando mi disciplina! “Elisa”, 36 años. |
¡Bravo por las manzanas de “Elisa”!
Ya ves que es posible… y tú también te mereces una autoestima a prueba de antojos de azúcar.
¿Y tú? ¿Qué alimentos alternativos vas a incluir a partir de hoy para darle un empujón a tu salud y tu autoestima?
De momento, hoy cerraremos este post aquí para que empieces a poner en práctica todas estas claves que te ayuden a desengancharte de tus antojos de azúcar.
Y, como siempre, Si consideras que necesitas una muleta extra para ganar en bienestar emocional y disciplina al alimentarte y cuidarte, ¡déjate ayudar para lograr toda la confianza, el bienestar y el powerrrr que deseas y mereces! ➡
¿Necesitas unos puntitos extra de disciplina para desengancharte de los antojos de azúcar y cuidarte mejor en tu vida?
Decídete ya y reserva tu sesión estratégica de psiconutrición
¿Quieres que te ayude personalmente a construir un plan de acción para una alimentación saludable y libre de antojos azucarados? ¡Decídete ya y cambia para mejorar tu alimentación y autocuidado!
Creo firmemente que un psicólogo puede ayudarte a mejorar la forma en la que te alimentas y te cuidas.
Si quieres que te tienda un puente extra de psiconutrición, es muy fácil…
Reserva ya tu sesión estratégica
¡Un abrazo y hasta pronto!
Cris. Decideteycambia.
Soy Cristina Centeno, psicóloga y expatriada feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar y, sobre todo, a liderar la vida que realmente quieres y mereces. |