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Desvelemos juntas 9 claves para estimular tu curiosidad y felicidad para darle un puntapié a la empatía
¿Quieres conocer los nueve ingredientes básicos que te ayudarán a aumentar el guiso de tu curiosidad y de tu felicidad? No se me ocurre mejor antídoto para luchar contra la apatía!
Ahora ya sabemos que la curiosidad no mató al gato… todo lo contrario, ¡lo hizo mucho más sabio y feliz!
¿Tienes la sensación de que cuando eras pequeña, tus días duraban más y que cada día de cole era como comenzar una nueva aventura?
¡Esto era por tu curiosidad y tu espíritu de apertura y aventura!
¿Qué implica tener curiosidad?
Si has leído mi artículo «Aviva el fuego de tu curiosidad para tener una vida plena», muy brevemente te recuerdo que tener curiosidad implica…
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Sentir sed de conocimiento y energía.
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Ser el deseo de ampliar tus horizontes.
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Tener la sensación de acercarte al mundo con los brazos abiertos.
Ahora recuerda cuando eras un niño o una niña… Tu misma naturaleza te impulsaba a ser curioso, a hacer todo tipo de preguntas, querer oler, tocar, oír y ver todo, querías que tus sentidos exploraran tu entorno, tu sed de aprendizaje parecía insaciable.
Según vamos creciendo vamos perdiendo poco a poco esta curiosidad, porque nos habituamos a muchas cosas a medida que las vamos experimentando y repitiendo.
En cualquier caso, si quieres ser más feliz, es fundamental que intentes retomar tu capacidad de asombro, sin dejar que la rutinaria vida adulta y convencional aniquile tu capacidad de sorprenderte y de ser curiosa.
*Imagen de Bernadette Wurzinger en Pixabay
Midamos tu depósito de curiosidad. ¿Cómo reacciona tu cerebro ante la novedad?
Lo hemos visto: Nuestro cerebro posee un mecanismo innato que reacciona ante la novedad. Éste es un componente evolutivo que nos invita conocer mejor lo que acaba de aparecer y nos predispone al aprendizaje.
Qué dice la psicología positiva sobre la curiosidad
Hemos analizado juntas que la curiosidad es una de las fortalezas personales que estudia la psicología positiva. Cuanto más examinan los expertos la curiosidad, más evidencia encuentran para sugerir que es el ingrediente secreto en una vida feliz y plena.
La curiosidad es una habilidad fundamental que puede servirnos de aliada, tanto a nivel personal como profesional, y que, por supuesto, podemos aprender a desarrollarla.
Está comprobado que abrirte a la experiencia y comprometerte con lo desconocido puede mantener tu mente y tu cuerpo en forma. Sentir curiosidad te empodera y aumenta tu capacidad para lidiar con lo nuevo, lo complejo, lo desafiante. Las personas más curiosas también toman mejores decisiones y afrontan mucho mejor la novedad y los cambios. Todo ventajas, ¿no te parece?
La curiosidad es una característica con la que todos contamos desde el momento en el que nacemos. Nos ayuda a tener aficiones, nuevas amistades o viajar, algo especialmente útil para los expatriados o navegantes emocionales, ¿no crees?
Esta habilidad, que está tan presente en los niños, puede llegar (casi, casi) a extinguirse por la influencia del entorno o el excesivo foco en las responsabilidades, por ejemplo. En la etapa adulta, son muy pocas las personas que se permiten mantener y potencia la curiosidad, lo cual nos deja todo un abanico de experiencias sin explorar. ¡Qué pena!
¿Sientes que tu depósito de curiosidad y apertura a la novedad está demasiado bajito?
Ahora que ya sabemos que la curiosidad y la apertura a la novedad y a los cambios te llevan directita/o a la felicidad, déjame compartir contigo siete claves para volver a recuperar esta curiosidad tan sana que te ayuda a parar tus rumiaciones mentales y a ganar en bienestar.
Claves de psicología para aumentar tus niveles de curiosidad
A través de las siguientes nueve pautas puedes empezar a estimular ese fueguito interno de la curiosidad:
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Cuestiónalo todo
Cuando das todo por sentado, caes, como sin darte cuenta, en la pasividad mental. La curiosidad se atrofia cuando dejas de poner a prueba la veracidad de lo que estás viendo o escuchando. Para combatirlo, aunque te parezca verosímil, pon a prueba todo lo que tengas delante: cuestiónalo.
Intenta desmentir cualquier información nueva y prueba a elaborar tus propias teorías de refutación o confrontación Esto te ayudará a ser más curioso, sin duda.
Puedes hacer una prueba configurando y accediendo diariamente a un recurso online tipo Refind. Este tipo de herramienta te ayuda a descubrir, guardar y leer contenidos y novedades conectados con tus intereses. Puedes elegir y hacer experimentos analizando de manera crítica y cuestionando la información de los enlaces más relevantes de la red.
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Sal de la rutina y busca mini-aventuras y retos (por pequeños que sean)
¿Cuándo fue la última vez que viviste un momento memorable?
El mayor enemigo de tu curiosidad y de la aventura es la rutina. La rutina excesiva, modo “hámster en su ruedecita” crea un estado de inactividad física y mental con límites muy cerrados.
¿Sientes, tal vez, que cada año pasa más rápido que el anterior?
Cuando nos hacemos mayores y dejamos de medir el tiempo por nuestra primera vez (nuestro primer día de escuela, nuestro primer viaje en avisón o nuestro primer beso), la falta de novedades hace que los días y años pasen en un instante. ¡Cuidado con la fuga del tiempo!
Este estado de letargo o apatía no te predispone en absoluto a la apertura mental, ni tampoco te ayudar a generar retos o metas donde quieras ampliar tu conocimiento; ya que en tu rutina esto parece innecesario.
Puedes empezar poco a poco. Para poder romper la rutina en pequeñas dosis, busca nuevas maneras de afrontar tus tareas y experiencias diarias. Puedes probar cambiando tu ruta habitual para ir al trabajo, viendo series diferentes, comiendo insectos en un país exótico, haciendo cosas absurdas que te asusten o, simplemente, leyendo novelas de géneros distintos a lo habitual.
Aprender a arriesgarnos, como cuando éramos crías y cometíamos mini-locuras, y vivir nuevas experiencias es la mejor forma de vivir más intensamente.
*Imagen de Hans Braxmeier en Pixabay
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Hazte amiga de la incertidumbre y de tus miedos
Para potenciar tu curiosidad, es fundamental perder el miedo a la incertidumbre y a lo desconocido.
Parece complicado, pues abandonar el nidito de lo seguro y previsible nos hace sentir seguros y cómodos, pero también aletargados, por momentos.
La incertidumbre puede producirte cierta ansiedad, y ese mini-peaje no nos lo podemos saltar, pero atravesar la incertidumbre siempre tiene premio y se supera mediante entrenamiento, ¡exposición repetida, flexibilidad y mucho humor!
Puedes entrenarte a perderle el miedo a la incertidumbre si te expones progresiva y constantemente a actividades nuevas que signifiquen pequeños retos para ti. De esta forma la sensación de sorpresa y emoción te harán sentir recompensado y te irás dando cuenta de que no hay motivos para temer y resistirte a lo desconocido.
No debes dejar que tus prejuicios te limiten tampoco. Una actividad interesante para potenciar tu curiosidad, es encontrar lo desconocido en lo conocido. Para esto deberíamos olvidarnos de expectativas, juicios, conceptos e ideas preconcebidas para dejarnos sorprender de nuevo.
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Sal ahí fuera para explorar, sorprender y dejarte sorprender
Ya lo hemos dicho: Al igual que la rutina, moverte siempre por los mismos sitios apela al “más de lo mismo” y va en contra de tu curiosidad.
Empieza a explorar todo aquello que tienes alrededor, desde nuevas tiendas, nuevas flores, nuevas caras, hasta otros países. Un paseo sin destino o revisar destinos poco habituales en Internet pueden ayudarte a descubrir nuevos sitios. Si te dejas sorprender por la novedad, cada vez desarrollarás esta afición, incluso en tu día a día.
Podrías proponer a tus amigos una rutina de sorpresas, donde todos os vayáis sorprendiendo de forma regular componiendo nuestras propias canciones, inventando chistes, regalando regalos absurdos en los amigos invisibles o descubriendo para el grupo restaurantes curiosos.
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Conéctate con tu creatividad y crea cosas
Tu creatividad se relaciona con el aprendizaje y la curiosidad. El problema es que, a medida que nos hacemos mayores, interiorizamos la idea de que no somos creativas ni buenas artistas. Tú misma puedes revertir este etiquetado negativo si buscas un campo donde te sientas cómoda y seas capaz de rebajar tus propios niveles de autoexigencia.
¡Hagamos elogio de la imperfección! Con el paso de los días, al ponerte a crear, la voz crítica de tu cabeza irá desapareciendo.
Al estar fuera de tu zona de comodidad, te volverás más creativa y estarás más abierta a vivir nuevas experiencias. ¡Bonito círculo vicioso!
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Haz listas de áreas y actividades por estrenar
¿Qué te gustaría aprender? ¿Qué te apasionaba en el colegio?
Haz una lista con todas áreas de conocimiento donde puedas ampliar tu aprendizaje y desarrollarte, sin la necesidad de sacarte ningún título, simplemente por el placer de aprender.
Hazte una preguntita básica en este punto: ¿Estás invirtiendo tu tiempo en actividades con sentido?
Casi la mitad de los españoles pasamos entre tres y cinco horas al día navegando por las redes sociales.
¿No podríamos usar este tiempo en algo un poco más productivo, tal vez?
Muchas personas comentan (o se marcan como propósito de año nuevo) que les encantaría aprender a tocar un instrumento, ponerse en forma o aprender un idioma, pero que no tienen tiempo para hacerlo. ¡Esto es una mentirijilla!
Salvo que trabajes 16 horas al día, creo todos tenemos tiempo de sobra para hacer algo nuevo. Lo que ocurre, eso sí, es que no es nuestra prioridad y que las buenas intenciones se nos van por el desagüe a los pocos días.
Mientras me sigo peleando con alemán, me noto cada día más curiosa, más abierta, más flexible y más activa, en general. Aprender un nuevo idioma en un portal como iTalki puede ayudarte a expandir tus límites lingüísticos, echarte unas risas y conocer gente interesante. ¡Y todo sin salir de casa! No es cuestión de superpoderes, sino de decidir y priorizar lo que es más importante para ti.
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Apúntate a un curso nuevo
Tu cerebro está programado para hacerte sentir bien cuando aprendes habilidades nuevas, así que la forma más sencilla de conseguir añadir variedad a tu vida es aprender algo nuevo.
Cuando acabamos nuestros estudios, los cursos posteriores a los que solemos apuntarnos suelen tener un propósito claro: obtener un certificado válido para usar en nuestra carrera profesional. Esto se convierte en un aprendizaje reglado bastante alejado de nuestra curiosidad.
Para combatirlo, te animo a buscar cursos donde te apetezca estar sin la necesidad de certificarte en ellos. ¡Cuanto más se alejen de tu carrera, más podrás disfrutar!
Para empezar, no hace falta más que tener ganas. En Internet hay cientos de recursos sobre casi cualquier tema.
Si te motiva más encontrar un recurso educativo más profesional, entonces, te recomiendo Udemy. Se trata de una web con cursos de lo más variados, (desde tutoriales de inteligencia artificial, pasando por la hipnosis y acabando en el punto de cruz, por ejemplo), y por menos de 20 euros.
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Aliméntate bien y muévete mucho para activar tu curiosidad
La alimentación y la actividad física también desempeñan un papel claro en este proceso.
Como acicate para tu curiosidad, puedes echarle un vistazo al documental de DW (doblado al español 😉) “Nuestro cerebro es lo que comemos”.
Seguro que no es la primera vez que lees que existe una estrecha correlación entre tu alimentación y tus funciones cognitivas, tus emociones y tus comportamientos.
Las últimas investigaciones de neuronutrición (la rama de la ciencia entre la neurología y la nutrición) analizan qué sucede en nuestro cerebro y en nuestro comportamiento cuando decidimos tomar miel en lugar de mermelada, o una ensalada en lugar de una salchicha.
Así que, si últimamente se te ha ido la mano con la comida basura es probable que tengas, además de peor memoria, más emociones de miedo, de irritabilidad, de ansiedad, de desorientación y que tengas menos ganas de explorar tu entorno. Ahí te lo dejo, para que revises qué has estado comiendo últimamente e introduzcas cambios en tu comportamiento alimenticio, si lo ves preciso.
Por otra parte, según los resultados del estudio de David Lydon-Staley, cuando los participantes de su estudio estaban caminando, corriendo o nadando, haciendo yoga o cualquier otro deporte, aumentaban las probabilidades de que estuvieran de buen humor durante el día. ¡Esto dato seguro que tampoco te sorprende!
Está comprobado que estos momentos de ejercicio, además de tener un impacto claro en nuestra salud física y emocional, aumentan nuestro nivel de curiosidad y de apertura a lo nuevo.
¡Ah! No dejes de pasarte por el blog de mi compañera Esther, «Comesanovivesano» para incorporar a tu vida nuevos hábitos de alimentación saludable y autocuidado. 😉
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Conéctate con tus motivaciones de partida y rodéate de gente aventurera.
*Imagen de Silvio Zimmermann en Pixabay
Encontrar la gente y el sitio adecuado son las bases para que puedas vivir nuevas aventuras, sin duda. Pero tener una motivación de partida que te desafíe multiplicará la intensidad de tu experiencia.
Es importante, por tanto, que busques más datos sobre temas y experiencias que despierten tu interés o te hagan vibrar, y cultivarte en éstos, para potenciar tu exposición a nuevos retos, experiencias y aventuras que te enriquezcan aún más.
Una vez que te has conectado con tu motivación o tu nuevo hobbie (idiomas, viajes, manualidades, triatlones, etc.), el siguiente paso es conocer a más gente a la que también le interese. Y no va a costarte mucho, porque la forma más rápida de conectar con alguien es tener intereses en común.
Promueve y cultiva siempre relaciones «medicina»
Por suerte para ti, vives en la época en que es más fácil encontrar gente que comparta tu nueva motivación o tu afición gracias a aplicaciones como MeetUp o Couchsurfing. Te animo a que atravieses tus miedos porque, en la mayoría de los casos, la gente en estos encuentros es tremendamente acogedora y “medicina”.
Casi todo empieza con un sí a todo lo nuevo, así que déjate inspirar por las propuestas de gente curiosa y aventurera.
¡Y todo esto con mucho humor, por supuesto! Si además de asumir tus responsabilidades, te abres a la vida y le das espacio a la diversión, la relajación y la distensión, podrás equilibrar mejor tus emociones, fortalecer tus motivaciones, optimizar tu capacidad para tomar decisiones y afrontar cambios y novedades.
*Imagen de Sheila Santillan en Pixabay
Y hasta aquí lo que se daba, en cuanto a curiosidad.
A modo de guinda, te dejo una canción de regalo para que recuperes “tu motivo” y para que no se apague nunca ese fueguito interno que nos guía desde niños. Como diría mi sabia amiga Mariyo…
El objetivo no es alargar la vida sin más, ¡sino ensancharla y llenarla de curiosidad, de motivaciones y de experiencias positivas! Ensancha tu vida desde hoy!
Espero que te haya gustado mi artículo y que te haya hecho reflexionar. Ahora te toca a ti empezar a cocinar tu guiso de la “curiosidad” con mis nueve ingredientes de éxito y construir, poco a poco, tus propias aventuras para sentir más bienestar y felicidad.
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Al hilo de todo lo que hemos compartido, si crees que tienes una asignatura pendiente con tu bienestar, tal vez necesites un apoyo extra.
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Como siempre, gracias mil por estar ahí y dedicarme unos minutitos.
Un abrazo,
Cris #decideteycambia.
*Imagen principal de ElisaRiva en Pixabay
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Soy Cristina Centeno, psicóloga y «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar y, sobre todo, a liderar la vida que realmente quieres y mereces. |