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Conoce las mejores claves para afrontar con éxito y fluidez tus procesos de cambio
¿Te toca afrontar cambios? ¿Crees que es posible atravesar cambios con tranquilidad y evitar la turbulencia y la agitación durante la navegación?
A estas alturas, ya conoces algunas cosas sobre esta embarcación dedicada a la gestión de decisiones y cambios, y también sabes algunos pequeños detalles sobre mí. Durante más de 10 años he tenido la suerte de acompañar los procesos de cambio de personas muy diferentes.
La única forma de conocer los límites de lo posible consiste en ir más allá de ellos, hacia lo imposible.
Bruce Barton.
Esta experiencia profesional y personal me ha permitido recopilar, en mi libro Gestión del cambio personal algunas claves fundamentales para surfear nuestros cambios (laborales, sentimentales, sociales, familiares, residenciales, económicos, biológicos, etc.) con eficacia, satisfacción y toda la tranquilidad posible.
Como siempre, eres libre de obviar este artículo por completo. Sin embargo, me gustaría ayudarte, esta vez, a seguir sorteando las turbulencias y la mar picada de tu momento de incertidumbre y transformación.
¿No te gustaría llegar al mejor puerto posible después de una travesía tranquila? Veamos cómo podemos comenzar a gestionar cambios con 15 claves muy sencillas.
Claves de psicología y coaching para el cambio tranquilo
Los cambios verdaderos y duraderos son una señal de madurez y crecimiento personal. Para madurar y mantener un equilibrio emocional que nos permita responder a las exigencias de nuestro medio ambiente, hemos de cambiar permanentemente.
Para lograr un cambio tranquilo, lo ideal es que podamos introducir giros y variaciones de rumbo en nuestra vida de una forma de forma gradual, controlada y consciente.
Apoyándonos en el trabajo de Alberto Pena (*), integramos un conjunto de consejos para gestionar el proceso de cambio y transformación tranquilos:
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Acepta y asume la situación y el proceso de cambio /crecimiento
De esta llave actitudinal ya hemos hablado en el post: ¿Por qué reacciones así frente a los cambios? ¡Hora de superar el miedo y cambiar!
Cuanto antes te hagas cargo del cambio, aceptes la situación, aceptes tu parte y tomes las riendas, muchísimo mejor. Alargar el proceso no te ayudará, en absoluto. ¡Coge el toro por los cuernos desde hoy, sin lamentaciones!
No dilates el proceso de cambio, parapetándote en tu resistencia o tu negación a salir de ese nidito caliente y cómodo en el que nada nuevo ocurre.
Además, debes jugar con el tiempo. El tiempo empieza a contar a partir de lo que ocurre, una realidad que se impone, y no a partir de tu negativa. El tiempo que pasas con la cabeza bajo el sobaco es tiempo que va en tu contra para tomar el timón del cambio.
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Reflexiona sobre lo que vas a hacer y sobre cómo vas a afrontar el proceso de cambio/ crecimiento.
Igualmente, cuanto antes diseñes tu mapa de ruta inicial de los motivos, las características y los pasos necesarios para el cambio, muchísimo más liviano será todo el proceso. Primero planifica y calendariza todo en tu cabeza, o en un papel.
Desglosa el gran cambio, en pasos concretos y pequeños, y, después, pasa a la acción. Recuerda nuestra secuencia de Ilusión – > Elección -> Acción.
Si estás en un punto inicial de bloqueo frente al cambio, te servirá de ayuda leer mi post “Sal del bloqueo y pásale la inspección a tus elecciones y cambios vitales con 5+1 potentes preguntas”.
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Afronta el proceso de cambio con ilusión y optimismo, en lugar de miedo.
Debes afrontar el proceso de cambio con actitud positiva, obvio. Aprovecha, entonces, para afrontar la nueva etapa con ilusión y con tu mejor actitud, recordando siempre tu porqué.
Hablando de la mejor actitud, permítete recomendarte que te detengas unos minutitos leyendo mi entrada: ¿Por qué reacciones así frente a los cambios? ¡Hora de superar el miedo y cambiar! En este post, encontrarás algunas llaves actitudinales para entrenarte psicológicamente, fortalecerte y superar tu miedo al cambio.
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Ocúpate sólo de un cambio a la vez.
Prisa mata, amigo, ya lo sabes, y lo de la multitarea y la polivalencia tiene sus fugas a la hora de gestionar cambios. En este punto es importante, por tanto, que refrenes ese impulso que todos tenemos de hacer todos los cambios juntos; y ponlos en práctica uno a uno.
No empieces con el segundo cambio hasta que hayas consolidado el primero, con el mantra “acabo lo que empiezo”.
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Practica diariamente el microcambio.
¿Ves la cima de la montaña como algo inaccesible? No te propongas grandes retos, sino retos pequeños y asequibles. Cada pasito cuenta… equípate bien y céntrate sólo en tus pies subiendo paso a paso la montaña.
Divide un gran cambio en muchos pasos sencillos que puedas realizar diariamente.
Es precisamente la consistencia la que te llevará a conseguir el cambio que deseas. Imagina que yo quiero preparar una maratón, pero llevo 2 meses sin salir a correr…
Ir al gimnasio durante 8 horas seguidas hoy, no me va a preparar mejor para la competición. Todo lo contrario, probablemente terminaré lesionada. Sin embargo, volver a retomar el entrenamiento, poco a poco, durante 30 minutos el primer día, 40 el segundo y 50 minutos el tercero, manteniendo una regularidad durante todos los días de la semana ya es otra cosa. Probablemente así, sí que pondré mi cuerpo y mi mente a punto, minimizando frustraciones y machaques innecesarios, por el camino.
Si te interesa mi mapa mental sobre el deporte y la superación de miedos, échale un vistazo a mi post: El deporte como opción para superar nuestros miedos.
Por eso mismo, cuando quieras realizar un cambio en tu vida, lo mejor que puedes hacer para lograrlo es ser consistente, día tras día sin rendirte.
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Procura que cada cambio sea concreto.
Para llevar a cabo esos cambios que te transformarán, necesitas un plan de acción bien definido, con los pasos que vas a dar, señalados de forma concreta.
En el plan de acción personal debes ser muy preciso y deberás especificar claramente lo que quieres conseguir cada día.
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Elige cambios que te motiven.
Debes de estar entusiasmado con el cambio que estás afrontando. Te ayudará a estarlo el conectar cada uno de los microcambios con tus grandes metas u objetivos personales.
Puede que el pequeño paso que tengas que dar hoy no resulte apetecible ni te sugiera nada, pero si piensas en que te acerca un poco a lograr un objetivo muy deseado, encontrarás la motivación que necesitas.
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Trabaja en tu cambio varias veces al día.
Trabaja en tu cambio, de manera coherente y consciente, todos los días, y varias veces al día. Recuerda que tienes que ser constante, paciente y regular para llegar a buen puerto.
Un cambio a medio o largo plazo siempre es consecuencia de la suma de una acumulación de pequeños momentos, perspectivas y sucesos que crean nuevas conexiones que, de alguna forma, deben permanecer a largo plazo.
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Mide tus avances.
Cuando empieces a avanzar, y a dar pequeños pasos realizando cada uno de los micro-cambios que habías planificado, anota tus triunfos. ¡Prémiate y date mini-refuerzos positivos por los logros!
Escribe diariamente cuál era tu objetivo para ese día concreto.
Rescata, así mismo, en qué avanzaste, y qué dificultades encontraste en el proceso.
Puedes apoyarte en alguna App para registrar tus objetivos y logros de cada día, como Habit-Bull, por ejemplo. De esta forma, puedes ser mucho más consciente de todas las metas, las acciones y los hábitos implicados en todo el proceso de cambio.
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Evita el autorreproche.
En el proceso de cambio o transformación personal, vas a cometer errores: cuenta con ello y no pierdas ni un minuto en reprochártelo.
Date cuenta de que te has equivocado, analiza las causas, y encuentra una solución, pero nunca “te des caña” o seas injusto contigo mismo.
Deja el látigo para otro momento, porque avanzar por ensayo-error, como a ciegas, también es una parte inevitable del proceso de cambio.
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Paciencia, ¡dos tazas!
Desde el principio debes saber que cualquier cambio (externo – interno, voluntario o involuntario) requiere de un periodo de tiempo considerable.
No tengas ninguna prisa en el proceso de cambio. Take it easy!
Déjame hacer un inciso y que me extienda un poco más en este punto para aclararte algunas cosas.
Mini-inciso… ¿Existe un tiempo promedio de adaptación al cambio?
Dicen que, al igual que la teoría de los 21 días para un hábito de Maltz, entre 22 y 30 días es el tiempo promedio que le lleva a nuestro cerebro reconstruir nuevas rutas neuronales, y volver a sentir que tenemos cierto control en el nuevo entorno.
Maxwell Maltz, célebre cirujano plástico de la Universidad de Columbia, y autor de ‘La Psicocibernética’, comparte que debemos tomar 15 minutos al día a la misma hora en el mismo lugar para cualquier nuevo hábito que se desee tener. Afirma que es importante continuarlo hasta que se cumplan los 21 días consecutivos de práctica inequívoca. De esta manera se genera un cambio perceptible en la persona.
La mala noticia, es que, si fallas un solo día debes empezar desde el principio.
No obstante, cada cambio nos afecta de manera diferente, en función de la magnitud del tsunami (laboral, sentimental, social, etc.) que nos toque vivir, de nuestras propias diferencias individuales, de nuestro momento vital y de nuestra envergadura psicológica.
Ejemplos muy claritos de lo que implica un cambio…
Piensa, por ejemplo, en lo que supone para ti cambiar de empleo.
Un cambio de curro significa desapegarte de la gente con la que solías comer, echarte unas risas trabajar; despedirte del bar de la esquina y ubicar el nuevo lugar bueno, medio limpio y barato donde puedas comer casi a diario; adaptar tu sensibilidad a los nuevos tratos; elegir un nuevo medio de transporte y la ruta perfecta para hacer el menor tiempo posible en el trayecto gastando menos dinero; descubrir las rutas de evacuación en caso de incendio, etc.
¡Todo esto no ocurre de un día para otro, sin duda!
Y ese cambio de curro también guarda sus paralelismos con un cambio de pareja, por supuesto. Te tienes que acostumbrar a muchas cosas. Ya no se llama Daniel, ahora se llama Marcos, y ya no vive en Madrid, ahora vive en Albacete, es fan del cine de autor, pero odia el fútbol, habla menos y baila más, no tiene tantos amigos, prefiere la música indie sobre el heavy, y adora a tus perros, ¡pero es alérgico a tu gata! 😉
Toda felicidad y todo cambio positivo también tiene sus fisuras y sus mini-peajes, y todo nos demanda un tiempo de adaptación.
*Imagen de ThreeMilesPerHour en Pixabay
¿Ahora entiendes la razón por la que se sugiere guardar un periodo de luto entre novio y novio? Más que un luto, se trata de la oportunidad perfecta para que tu mente, tu cuerpo y tu alma pierdan la costumbre del otro, que no se te crucen los cables y que no puedas ni mezclar nombres, ¡ni comparar besos, risas, ni miedos!
Este periodo de vacío sería necesario en cualquier proceso de cambio para despedirnos de la isla anterior y poder levantar un campamento en la nueva isla virgen a la que llegamos.
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Determinación, persistencia y obstinación.
Debes ser firme y tenaz en tu voluntad y motivación surfear el cambio, como en el ejemplo de la preparación de una maratón.
Recordar los motivos que te impulsan a hacerlo te facilitará el proceso de transformación: lo que estaba ya no está, o ya ha dejado de servirte, así que te toca seguir remando dignamente hasta la siguiente orilla.
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Nutre tu motivación intrínseca.
Alimenta tu motivación visualizando lo bien que vas a estar cuando hayas llegado a buen puerto.
Repasa, en todo momento, tus ilusiones de partida para surfear el cambio.
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Disfruta y comparte tu éxito.
Recréate y celebra con los tuyos cada pequeño cambio que logres.
*Imagen de Free-Photos en Pixabay
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¿Y si la cosa no funciona?
Si no obtienes los resultados deseados tampoco te vengas abajo y te metas en tu vertedero mental o emocional. Revisa tus elecciones y tus cambios anteriores, evalúa todo el proceso y aprende de los errores para no repetirlos.
¡Para no olvidar! Cambia para vivir mejor…
A modo de síntesis, presta especial atención a las siguientes claves e interrogantes para tu proceso de cambio:
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¿Sabes dónde estás y cuál es tu puerto de partida?
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¿Tienes claro qué quieres lograr en tu proceso de cambio?
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¿Y qué necesitas para lograr tu meta?
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¿Qué creencias te limitan o boicotean?
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¿Tienes identificadas qué creencias te empoderan y apoyan en tu cambio?
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¿Qué fortalezas tienes para avanzar?
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¿En qué recursos y personas te apoyas para avanzar?
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¿Qué nuevos hábitos aplicas?
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¿Cuál es el resultado final y el cambio?
Al margen de los cambios que podemos elegir, hay también cambios bruscos y desestabilizadores a los que nos cuesta adaptarnos. La mejor manera de hacer frente a los cambios desestabilizadores es aceptarlos y actuar, extraer de esa experiencia las enseñanzas que nos permitan crecer para convertirnos en personas más evolucionadas. No se me ocurre otra manera.
También te digo que…
Es urgente realizar un cambio, pero con sentido humano, donde empecemos a tomar las riendas de lo que se nos ha negado…
Debemos imprimir un rumbo personal, particular, singular a nuestra vida, sin negar lo social, pero sin someternos a sus fuerzas ciegas, aceptando asumir los riesgos, reconociendo los temores más o menos racionales y, sobre todo, los miedos irracionales cargados de fantasmas y prejuicios.
No se te escapará, a estas alturas, que conocer las claves de la gestión del cambio es fundamental para adaptar nuestra actividad, como individuos y como organizaciones, a los nuevos escenarios vitales.
Sabemos que no es, en absoluto, un proceso sencillo e intuitivo, pero, si has decidido afrontar o promover el cambio en tu vida…
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Conéctate con tus ilusiones de partida.
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Diseña un plan de acción coherente y realista.
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Persevera en el cambio de pensamientos, emociones y conductas poco adaptativas para el cambio.
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Elige siempre tu mejor actitud.
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¡Y CAMBIA!
Y recuerda…
Sólo los cambios que son verdaderos y duraderos son los cambios de nuestras actitudes, de nuestros pensamientos y de nuestras fortalezas internas.
Aquí casi, casi termina mi post. Aún tienes un largo camino que recorrer por delante. Sigue, pues, sumando entonces intenciones y acciones.
¡Muchísimo ánimo en este proceso de cambio que no termina nunca!
¿Qué otras claves conoces tú para surfear cambios?
Me encantará leerte. Puedes escribirme a info@cristinacenteno.com.
Te animo a que compartas este artículo, si conoces a alguien a quien le pueda ayudar, o porque simplemente te ha molado.
Te invito también a que te unas a mi barquito para no perderte muchas más claves aplicadas que pueden ayudarte a gestionar decisiones y cambios especialmente difíciles.
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*PENA, A. (2009). Gestiona mejor tu vida. Claves y hábitos para ser más productivo y eficaz. Libros libres.
*Imagen principal de かねのり 三浦 en Pixabay .
¿Aún quieres más?…
Deja que Einstein (o eso creemos), te deje unas palabritas finales!
¿Realmente Einstein fue el primer experto en gestión de cambios y crisis?
En estos tiempos en los que parece que la palabra de moda es la crisis y sus consecuencias a nivel macro y micro socioeconómico, queremos rescatar el supuesto inspirador alegato de Einstein. Un mensaje que nunca pasa de moda. ¿Qué nos dice supuestamente Einstein sobre la crisis y sobre el cambio?
No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a sí mismo sin quedar “superado”.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
¿Albert Einstein (1879 – 1955)?
*Imagen de Barbara A Lane en Pixabay
Esta reflexión puede suponer un buen broche de oro para cerrar este capítulo dedicado a las claves para surfear con tranquilidad cambios y crisis, ¿no te parece? Ahora sí que terminamos con esto. Por hoy, nada más, mis queridos navegantes!
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Al hilo de todo lo que hemos compartido, si crees que tienes una asignatura pendiente con tu bienestar, tal vez necesites un apoyo extra.
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Como siempre, gracias mil por estar ahí y dedicarme unos minutitos.
Un abrazo,
Cris #decideteycambia.
*Imagen principal de かねのり 三浦 en Pixabay .
Soy Cristina Centeno, psicóloga y «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar y, sobre todo, a liderar la vida que realmente quieres y mereces. |