No compartimos suficientes relaciones sexuales y me siento frustrada
Llevo 11 años de relación con “Manuel”. Convivimos juntos desde hace 9 años, tenemos un peque precioso de 7 años y sé que debería sentirme plena, o al menos conformarme con lo que tengo. Ya sé que elegí bien y que “Manuel” es un 10 (de amabilidad, bondad, humor y generosidad) en casi todo, pero ando algo frustrada y triste porque siento que me falta algo en mi relación y que no tenemos una “sexualidad normal”. Noto que nuestro agujero que se hace más y más grande cada día. Mi vida sexual empezó a deteriorase algo más de un año, y echo nuestras dinámicas de antes. En los últimos meses mi chico ha dejado de iniciar las relaciones sexuales, y hemos perdido mucha conexión e intimidad. Yo simplemente entendí que él había perdido el interés sexual en mí, así que yo también me he vuelto vaga y he dejado de ser proactiva. A veces intento ser más cariñosa, pero “Manuel” parece ignorarme, como si estuviera siempre demasiado ocupado. Me siento frustrada, pero he decidido dejar de tenderle puentes porque no quiero que me rechace. Me da miedo, incluso, que “Manuel” tenga una aventura fuera de nuestra relación y no sé qué hacer para reactivar nuestra vida sexual. “Almudena”, actriz, París, 47 años. |
Hoy he querido rescatar las palabras que compartía mi paciente “Almudena” en una de nuestras últimas sesiones de psicoterapia.
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Levanta la mano si a ti te resulta fácil exponerte y hablar de sexo.
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Levanta la mano nuevamente si estás satisfecha con la frecuencia de tus relaciones sexuales.
¿Te sientes identificada con las palabras de mi paciente “¿Almudena”, tal vez?
Tabla de contenidos
¿Andas cortita de pasión en tus relaciones sexuales? No estás sola
En el artículo Apuesta por TI y un buen amor, hoy y siempre, hablábamos de los ocho indicadores de salud sentimental y uno de ellos es precisamente la pasión y la atracción mutua, con los lógicos altibajos de la vida sexual.
Teniendo en cuenta esos altibajos más que naturales en nuestra vida sexual compartida, como te puedes imaginar, a mi consulta no suelen llegar pacientes o parejas con quejas relacionadas con una frecuencia excesiva relaciones sexuales.
Lo habitual suelen ser demandas por un cambio de frecuencia a la baja o directamente hacia la extinción, tal y como le ocurre últimamente a “Almudena” en su relación. 😳
Hablemos de nuestras relaciones sexuales
Definitivamente el sexo es una de nuestras experiencias más privadas y no siempre resulta fácil hablar de sexualidad.
Hablar de sexo implica exponernos y poner sobre la mesa nuestros deseos, nuestras carencias, nuestras motivaciones, nuestras peticiones o nuestras frustraciones, etc.
A pesar de que el sexo es una experiencia común que (casi todas) compartimos, realmente no sabemos cómo es el sexo para nadie más, ni siquiera para nuestra pareja. ➡
De hecho, en muchas ocasiones no nos ponemos una oreja por dentro para saber cómo es nuestra vivencia del sexo (a solas o en la mejor compañía posible) y cómo nos gustaría que fueran realmente nuestras relaciones sexuales.
Una espiral positiva de comunicación, complicidad y ganas de buscarnos ➡
Cuando nuestras relaciones sexuales en pareja satisfacen nuestras necesidades mutuas, independientemente del estilo o la frecuencia, el sentimiento de satisfacción y de sentirnos deseadas a menudo, amortigua nuestras inseguridades, nuestras timideces y nuestros temores.
Esta espiral positiva hace posible la comunicación verbal y no verbal. Y esta dinámica positiva, a su vez, aumenta el deseo, la complicidad y la conexión, por lo que solemos reactivar el ciclo de buscar más a nuestro/a compañero/a. ¡Todo ventajas!
Una espiral inversa de menos comunicación, menos complicidad y menos ganas de buscarnos ➡
Lamentablemente, también ocurre algo parecido con la espiral inversa.
Cuando no tenemos un contexto explicativo o un discurso que nos ayude a entender qué está pasando, tendemos a rellenar los huecos y silencios con (pre)suposiciones y con “peces cagones” ligados a la lectura de mente de nuestra pareja.
La ausencia, no explicada o no justificada, de aproximación o de contacto sexual (abstinencia o anorexia sexual), ya sea en forma de rechazo, de evitación o de desinterés sexual más sutil, exacerba nuestros sentimientos de autoexposición, de juicio, de inseguridad, miedo y vulnerabilidad.
La ausencia de un marco explicativo o consensuado hace que ambos miembros de la pareja se sientan confundidos, rechazados y resentidos.
Esta situación no solo compromete aún más la comunicación, sino que también erosiona la intimidad del día a día, la complicidad y el conocimiento mutuo que fomenta nuestra conexión sexual.
Cuando la brecha sexual, comunicativa y relacional se hace cada día más grande, busca la limitación en tu cerebro y acertarás
¿Tú tienes claro cuál es el órgano sexual más importante de tu cuerpo?
Tu CEREBRO es el órgano sexual más importante de tu cuerpo. ¡¡¡Boooom!!!
Si nuestra imaginación alimenta el deseo sexual, la imaginación frente la abstinencia sexual alimenta las suposiciones negativas, la culpa, el autodesprecio, el miedo al rechazo (o incluso reemplazo), las represalias, la frialdad y el distanciamiento emocional.
A menudo, muchos de mis pacientes albergan ese temor a la aventura, algo que también forma parte del escenario catastrofista de “Almudena”. Sin embargo, en términos objetivos y estadísticos, la infidelidad no suele ser la razón más habitual para la evitación o abstinencia sexual.
“Manuel”, la pareja de mi paciente “Almudena”, podría estar atravesando una etapa de anorexia sexual, también conocida como anafrodisia o deseo sexual inhibido.
¿Sabes reconocer la anorexia sexual?
Veamos las principales características de esta dificultad sexual.
Ponle cara a la anorexia sexual
Cuando hablamos de anorexia sexual nos referimos una dificultad (o trastorno) más o menos estable que apunta al bajo interés por el sexo, o al bajo apetito sexual. Las personas que la padecen reseñan poco deseo por mantener relaciones sexuales.
Esta falta de deseo sexual puede ocurrir en hombres y mujeres por igual. Se trata de una dificultad multifactorial.
En cualquier caso, podemos rescatar algunos probables “ladrones o asesinos de nuestra intimidad sexual”.
Descubre los ladrones de vuestras relaciones sexuales
Más allá de la vivencia de ciertos traumas psicológicos o físicos, en la mayoría de los casos, la causa la podemos encontrar en:
- El estrés prolongado en el tiempo
- El cuidado y crianza de los niños (y los días sin colegio por confinamiento).
- La falta de sueño
- El alcohol
- La baja autoestima
- La disfunción eréctil
- Las adicciones (aquí también puedes contemplar el enganche al móvil y las redes sociales). 🙄
- Y el consumo de medicamentos, por ejemplo.
Déjame recordarte que, si logramos sobrevolar estos “ladrones de intimidad sexual”, siempre hay un punto de esperanza para el cambio positivo, claro.
Como seres sexuados que somos, la abstinencia sexual en una pareja puede abordarse y repararse.
Logra más conexión y reaviva vuestras relaciones sexuales con más consciencia y coherencia
La sexualidad es tan amplia y diversa que no podemos hablar de recetas universales. Aun así, te animo a prestar atención a las siguientes claves para lograr más consciencia que están condicionando nuestra conexión sexual.
Ponte una oreja por dentro para analizar con honestidad y curiosidad qué está pasando y hacia dónde quieres ir en vuestra intimidad sexual
Una brújula a contemplar: Elecciones y cambios ilusionantes, conscientes y coherentes también en tu relación de pareja y tu sexualidad
Te planteo, a continuación, una preguntita básica para tu reflexión sobre tu mapa sentimental, como primer paso para entender tu rol en tu relación y en TU sexualidad:
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¿Para ti es más importante TENER una (o cualquier) relación de pareja o FORMAR PARTE y ESTAR en proyecto de pareja “medicina”?
Cuidado con los modelos pasivos y asimétricos de relación y sexualidad
Asumir que para ti lo más importante es TENER /CONSERVAR una pareja casi nos conecta con la territorialidad, con el “dar por hecho” que lo que tenemos son “lentejitas”.
Lamentablemente, en muchas ocasiones, estas creencias de base pueden vincularse con relaciones asimétricas y con una actitud de victimismo y sufrimiento pasivo de nuestra intimidad.
Veo a demasiadas mujeres frustradas en consulta que, en la punta del iceberg tienen una insatisfacción sexual, pero que en su mapa cognitivo de base…
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Necesitan buscar la aprobación y “ser elegidas”.
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Aguantan pacientemente cualquier relación tóxica o asimétrica, con gatos «devora-ratitas», incluso.
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Depositan expectativas desajustadas en el otro/ la otra como fuente (casi exclusiva) de gratificación de sus necesidades y, si vienen mal dadas, de sus dolores.
¿Es posible construir relaciones sexuales satisfactorias desde este modelo de intimidad relacional y comunicativa en el que cedemos por completo nuestro poderío?
Apuesta por modelos proactivos y «medicina» de relación y sexualidad
Asumir que para ti lo más importante es (RE)ELEGIR, FORMAR PARTE y ESTAR en proyecto de pareja “medicina” te / nos coloca en un escenario bastante más libre y empoderante de proactividad y mejora.
Es precisamente con este tipo de mapa cognitivo de relaciones “medicina” y “sanas” desde el que podemos trabajar, con más fluidez, cualquier dificultad comunicativa, relacional o sexual que surja en el vínculo.
De hecho, no suelo ser fan de las generalizaciones, pero a lo largo de casi 15 años de seguimiento de parejas en psicoterapia, lo que he encontrado con muchas parejas ha sido un indicador de protección positivo en forma de voluntad empática de recuperar la conexión mutua.
Nueva preguntita para tu reflexión:
¿Estáis dispuestos/as a abrir el “melón” y entender vuestras dificultades, motivaciones y deseos recíprocos?
Abre el «melón» de vuestras relaciones sexuales
Precisamente, cuando la voluntad de uno de los miembros de “abrir el melón” e iniciar la discusión sobre la falta de conexión sexual se encuentra con el deseo recíproco de entender del otro, ambos/as dan un paso importante hacia la conexión mutua.
Suelo preguntar o confrontar los “peces cagones” y “fantasmas” de muchas parejas con un mensaje de este tipo: «No os hicisteis socios de embarcación y amantes bajo coacción, ¿verdad?»
Si salimos de ese escenario de coacción, encorsetamientos y de lo que debería ser una sexualidad supuestamente “normal”, se abren espacios para la creatividad y la libertad de probar nuevos intentos de solución para una dificultad.
Esto pasa por ponernos nuevamente las gafas de la curiosidad y de “abeja” para formar parte de la solución y de la miel de nuestras relaciones sexuales.
Atiza la memoria para recordar por qué decidiste apostar por tu pareja
Una forma de eliminar la culpa o la tensión de la situación actual es comenzar atizando la memoria y recordando los sentimientos originales que te/os llevaron a elegir y querer estar con el otro/ con la otra, juntos, en un marco de relación constructiva y saludable.
Todos podemos (re)elegir a diario buscar razones para marcharnos o para seguir apostando y construyendo en una relación “medicina” sin barrotes ni imposiciones.
Recuerda las circunstancias de vuestro encuentro inicial…
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¿Cuál y cómo fue el primer paso hacia vuestra intimidad?
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¿Cuál y cómo ha sido el mejor recuerdo que conserváis de vuestra intimidad como amantes? ¿Brotó de la pasividad y el “dejarse llevar” o de la proactividad y la voluntad de construir?
La pregunta importante que debemos plantear es:
¿Aún queréis ser «más que amigos»?
Muchos compañeros de equipo sentimental se sorprenden, en consulta, cuando escuchan, por parte de su pareja, el deseo de ser mucho más que amigos, especialmente en escenarios donde se cuela la abstinencia o anorexia sexual.
Si es así, y os lleváis esta bonita sorpresa de “querer seguir siendo más que amigos y de redescubriros para seguir construyendo”, ya has/ habéis preparado el escenario para la autenticidad y la esperanza.
Incluso si esta noche no ocurre un milagro y la conexión perdida (o simplemente aletargada y escondida) no ocurre mañana mismo.
Comunicación, empatía, apertura y escucha activa: dos tazas
Ya lo hemos dicho. No es tanto raro que la abstinencia sexual y el avance incontrolado ladera abajo en una relación de pareja comience con un problema físico con el que la pareja está luchando, pero del que no habla.
Lo que puede estar detrás de muchos silencios podría ser alguna forma de agotamiento, depresión, ansiedad, dolor durante el coito, disfunción eréctil, baja autoestima, una imagen corporal devaluada, adicciones y otros problemas.
Cuando tenemos miedo a la respuesta de nuestra pareja o cuando proyectamos nuestros propios prejuicios y (pre)suposiciones sobre el otro / la otra, la realidad de quiénes somos la una para el otro / la otra se ve claramente comprometida…
En este escenario de “lectura de mente” es fácil que se cuele la brecha de frialdad, distanciamiento y silencio.
Abandona la “lectura de mente” … Deja de presuponer y pregunta abiertamente
El mejor antídoto para la “lectura de mente” pasa por presuponer menos y preguntar más. En lugar de jugar a ser “adivinos con bola de cristal”, preguntemos honesta y directamente.
Tuvimos ocasión de compartir recientemente una sesión conjunta con “Almudena” y “Manuel” y puede que te resulte inspirador el discurso de “Manuel” sobre la visión que tiene él de su actual vida sexual en pareja..
En un espacio terapéutico seguro, confidencial y libre de prejuicios “Almudena” le preguntaba a su pareja:
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¿Cómo te has sentido últimamente, “Manuel”?
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¿Algo te genera ruido o malestar en tu vida o nuestra relación?
Creo que la respuesta de “Manuel” no tiene desperdicio:
No es nada personal y no quiero que te enfades, “Almudena”. Con la pandemia, las demandas del niño y el teletrabajo desde casa, estoy tan ansioso y cansado que no puedo dormir. He estado esquivando los momentos de intimidad y afecto, porque simplemente no puedo hacer una cosa más. Son demasiadas pelotitas en el aire y mi cuerpo ya no funciona como antes, de hecho. He perdido vigor, tal vez por estrés o por mi edad. De hecho, las últimas dos veces que lo hicimos, tuve que recurrir a la Viagra y me aterrorizaba reconocértelo, porque no sabía cómo te lo ibas a tomar. No te ignoro y no me planteo la tontería de buscarme una amante, pero cada vez que intentamos hablar de este tema, terminamos aún más frustrados e insatisfechos. En conclusión, poco a poco, me he ido desconectando de mi piel y del sexo como fuente de placer. “Manuel”, ingeniero, 50 años, París. |
¿Cómo crees que reaccionó “Almudena” a la revelación de su pareja?
La cara y las palabras de mi paciente posteriores rezumaban alivio, empatía y amor (el deseo seguro que llegará en otro momento) 😉.
En este tipo de escenarios de apertura, los compañeros generalmente suspiran aliviados y muestran preocupación, empatía, compasión y gratitud, cuando cada uno finalmente comprende lo que está sucediendo.
En espacios seguros no es tan malo abrir ciertos “melones sexuales”, ¿verdad?
Este escenario de mayor apertura, comprensión de lo que ocurre y empatía no debe traducirse en una presión repentina para tener más relaciones sexuales.
Ponte el «mono de trabajo» para reavivar activamente vuestras relaciones sexuales
Descarta dificultades orgánicas
La primera pauta de actuación pasa por descartar con el médico cualquier dificultad orgánica que justifique o mantenga nuestra dificultad sexual en el tiempo.
Despeja preocupaciones y fantasmas
El siguiente paso para despejar preocupaciones y fantasmas podría pasar por ganar en información sobre nuestra sexualidad. Para estar más y mejor informadas e informados, siempre recomiendo recurrir a bibliografía de apoyo como los siguientes libros:
- Tu sexo es tuyo, de Sylvia de Béjar: un manual que no puede faltar en la mesilla de noche de ninguna mujer y casi… de ningún hombre.
- El placer del sexo, de Alex Comfort.
- Potencia tu vida sexual: respuestas de un médico, de Juan Carlos Ruíz.
- Para alcanzar el orgasmo, de Julia Heiman, Joseph LoPiccolo y David Palladini.
- La sexualidad y el amor después de los 50 y más: Con conocimiento y humor, de Félix López Sánchez.
- 111 Claves para Alcanzar el Orgasmo, de Carla Nieto.
- Juegos eróticos para ella o para el placer garantizado, de Johanas Feresto.
Repiensa tu cansancio en términos de quehaceres y obligaciones.
Agenda y haz más de lo que te hace sentir bien
Nos tocará reservar una agendita especial para fijar espacios y tiempos prioritarios para la entrega a nuestros placeres primarios y secundarios (privados y en pareja).
Tiende puentes afectivos y sexuales para activar el modo erotismo en vuestros cerebros y vuestros cuerpos
Poco a poco («a mordisquitos», una vez más) debemos restablecer lentamente pequeños pero poderosos puentes para recuperar el interés y la intimidad, en forma de:
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Elogios (refuerzos positivos).
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Notitas cariñosas o picantes (“Esta mañana te vi el culito al ducharte y me entraron ganas de darte un mordisco, por ejemplo).
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Sesiones de masajes con aceites en el cuello.
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Abrazos de «koala» o “cucharitas” al dormir (y si es desnudos, placer sobre placer, para redescubrir nuestros cuerpos sexuados).
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Mini rituales como ver nuestras series favoritas juntos (o repeticiones de nuestras series o pelis de culto).
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Nuevos rituales de pareja y explorad más allá de lo que se supone que debería ser una “sexualidad normal”. Por ejemplo, practicar el body-painting erótico para explorar vuestro lado más artístico; explorar y diseñar el mapa de vuestras zonas erógenas; juegos gastronómicos en/con el cuerpo; incluir un tercer cómplice en forma de juguete erótico (y no tiene por qué ser el Satisfyer).
Recordatorio importante para TI:
No existe una sexualidad normal como tal. Existe TU / VUESTRA sexualidad y punto.
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Rituales de autocuidado en solitario. Si ahora no tienes (mucho) sexo en pareja no renuncies al placer de la masturbación.
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Activa (a solas y en compañía) el modo erotismo en casa, en el parque, en el supermercado y alimenta tus fantasías sexuales (no pasa nada si el/la prota no es tu pareja).
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Proponed turnos para tomar la iniciativa. Aunque suene poco romántico, lo cierto es que cuando no hay sexo en la pareja y ya es una costumbre, hay que forzar relativamente esta situación.
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No te limites a reducir todas tus formas de sexualidad al coito con penetración
¿La sexualidad implica forzosamente existencia de penetración? Por supuesto que no.
En muchos casos, de hecho, pauto a las parejas en tratamiento disfrutar del sexo en sus múltiples variantes excluyendo, durante un tiempo concreto, la penetración y las posibles presiones añadidas.
Peces cagones del tipo: “Tengo que rendir bien. Jarllll”, “Me da miedo quedarme embarazada”, “No sé si quiero ser padre”, “Tengo que alcanzar el orgasmo únicamente a través de la penetración. ¿Cómorrrr?”, etc. 🙄
(Fin del inciso)
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Cread una lista colaborativa en Spotify para ponerte /poneros a tono
A modo de ejemplo, autorrevelación Crispil en forma de canción para el erotismo cerebral y corporal
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Fórmulas comunicativas suaves para decir: » Ahora no, cariño, pero vamos hacer un plan. «
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Y todo aderezado con mucho humor y mucho amor propio… porque como te diría Béjar, tu sexo y tu placer son únicamente tuyos.
Recuerda: Tu placer y tu sexualidad son tuyos y dependen de ti
Y yo, a modo de síntesis, añadiría algo que ya le repito machaconamente a mis pacientes.
Tu orgasmo viene cuando escucha la fiesta, así que pon tu cerebro (tu principal órgano sexual) y tu cuerpo en modo verbena ON…
Una mente con ganas de «mambo», la música, las ganas y el placer van de la mano.
Abre la «ostrita» con un ingrediente fundamental para avivar relaciones sexuales
- Prince nos pedía más en su canción.
- Los del Canto del Loco sorteaban la gula pidiendo más por la mañana para desayunar, merendar y cenar.
- Y Victor Manuel también se hacía en su canción la pregunta: ¿A dónde irán los que guardamos que no damos?
Los hay tiernos, salvajes, tímidos, pasionales, de amistad, de los que nos calientan el alma, también de “abuela” … para (casi) todos los gustos y sabores, vaya.
Siempre que no sean besos fríos de compromiso y, aún en tiempos de mascarilla, el beso es también fuente de salud emocional.
Apóyate en los besos para reavivar vuestras relaciones sexuales
Precisamente el Día Internacional del Beso, se celebra el 13 de abril como un homenaje al beso de más larga duración que se ha registrado en la historia.
Este beso tuvo lugar en Tailandia para conmemorar el Día de San Valentín, y se prolongó durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.
Además, esta fecha es un recordatorio de la importancia que tiene el beso para todas nuestras relaciones.
Un beso hace que el corazón vuelva a ser joven y borre los años. Rupert Brooke.
¿Procede hablar de besos en tiempos de pandemia y mascarilla? Claro que sí.
Ahora que empezamos a ver luz al final del túnel con el ritmo de vacunación, vamos a pillar todas esas muestras de afecto físico con muchísimas más ganas, sin duda.
La felicidad es como un beso. Debes compartirla para disfrutarla. Bernard Meltzer
¿Por qué deberías besar más?
Descubre en la práctica los beneficios de los besos
Más allá de un simple acto erótico, la antigua práctica de besar (cuyo origen podría asentarse en la lactancia o la alimentación de crías a través de la boca), representa un excelente ejercicio que te ayuda a quemar calorías, fortalece tu sistema inmunológico y te permite construir vínculos afectivos con las personas.
Besar pone tu cerebro en alta activación porque todos los sentidos están involucrados.
Tus labios, lengua y boca están llenos de neuronas que responden a las sensaciones más sutiles. Las hormonas del apego se elevan, las hormonas del estrés se reducen y esto puede llevar directamente a un aumento de vuestro deseo sexual.
Es tan alto el poder de los besos que, las investigaciones apuntan a que el beso puede compararse a una droga natural, ya que nos genera un incremento de la oxitocina, la hormona que está generando cambios físicos y neurológicos de placer, enamoramiento y todo lo vinculado a nuestra afectividad.
Puede que tu lenguaje del amor se vincule con tu forma de buscar y priorizar el contacto físico (el de los “acachorramientos”), así que estás de enhorabuena.
De hecho, para las parejas, que acostumbran besarse, esto puede representar el tener una vida más longeva y feliz, ya que esta sencilla “llave” encierra un fantástico poder terapéutico y psicológico.
No importa lo que intentes, no hay nada más potente para despertar el interés sexual que la sensación de sentirse deseado. Considera volver a encontrarte con tu pareja como amante.
Besa mucho y bien
La doctora Helen Fisher, autora de “Anatomía del amor” o “¿Por qué amamos?”, te recomienda que, para encender chispa en tu vida sexual, empieces a besar más y mejor.
Seguro que ya has visto la inspiradora charla Ted Talk de Fisher, por cierto… Aquí tienes tu inyección recordatoria:
¿Dices que no te gusta besar? ¿Queeeeeeé? Fisher te diría que si es así, aún no sabes o no sabéis cómo hacerlo bien realmente.
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Solo empieza.
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Helen Fisher te anima a planificar el momento. Espera a la primera escena de besos en una serie de Netflix o una película apasionante, ponla en pausa y pruébala todo el tiempo que puedas.
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Helen Fisher recomienda que dediques de 15 a 20 minutos solo a besar (hazlo bien y con ganas, eso sí). 😉
¿Te decides a besar más o no?
A modo de guinda para tus relaciones sexuales
Después de todo lo que hemos expuesto, déjame recordarte que…
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Lo primero que debemos hacer si nosotras o nuestra pareja atraviesa una época de abstinencia o anorexia sexual es, como casi siempre, tomar conciencia de la dificultad que estamos sufriendo.
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En segundo lugar, lo más importante es cambiar los escenarios, los espacios de relación – comunicación y las actividades habituales que realizamos en nuestro día a día con nuestra pareja.
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La principal clave reside en avivar nuevamente, y desde nuestro cerebro, el deseo sexual.
Para ello, es fundamental que creemos un ambiente relajado e íntimo, libre de prejuicios y presiones.
Si, aun así, no lográis avanzar en vuestra dificultad sexual, no dejes de apoyarte en un psicólogo especializado, que os dé un empujón extra con el mejor tratamiento disponible hasta la fecha.
¿Necesitas unas claves extra para reavivar tus relaciones sexuales?
Decídete ya y reserva tu sesión estratégica de terapia sexual
¿Quieres que te ayude personalmente a construir un plan de acción para una sexualidad plena? ¡Decídete ya y cambia para mejorar tu sexualidad y tu vida!
Creo firmemente que un psicólogo puede ayudarte a mejorar la forma en la que relacionas con tu sexualidad.
Si quieres que te tienda un puente extra de relaciones de pareja y sexualidad, es muy fácil…
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¡Un abrazo y hasta pronto!
Cris. Decideteycambia.
Soy Cristina Centeno, psicóloga y «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar. |