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Un motivo post-navideño para atizar la gratitud: la nueva ley de mascotas como seres sintientes
Cuéntame…
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¿Cómo has cerrado tus fiestas navideñas, querida «navegante emocional»?
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¿Estás satisfecha con tus regalitos de Reyes o de Papá Noel? 😀
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¿Qué opinas sobre la nueva ley de mascotas como seres sintientes? ¿Esta ley de mascotas también se ha ganado uno de tus premios de gratitud y momentos felices de 2022?
Espero que arranques el nuevo año a tope de poderío psicológico, esperanza y gratitud.
Para mí, haber dejado aparcadito el frío alemán y abrir el nuevo año en manga corta y correteando por los senderos y las playas de Tenerife ya es todo un excelente augurio y motivo de gratitud, pero no el único…
Déjame compartir contigo mis últimas reflexiones post-navideñas y hacer un brindis de gratitud contigo por la nueva ley de mascotas como seres sintientes. 💡
Mi invitación para 2022: Conserva la gratitud y el espíritu del día de Reyes durante todo el año
Si no conoces la tradición española del día de Reyes, te cuento muy brevemente que la noche mágica del 5 de enero, Melchor, Gaspar y Baltasar les dejan regalos a los niños. El 6 de enero, por tanto, lo habitual es ver a todos los peques emocionados, felices y agradecidos correteando y jugando, en casa y los parques, con sus juguetes nuevos.
Mini-reflexión sobre regalos y consumismo
Durante las fechas navidades, el consumo se dispara y cada español gasta, únicamente en regalos, unos 240 euros. Y gran parte de ese presupuesto va dedicado a los protagonistas del momento: los niños. Regalar casi se convierte en una obligación en estas fechas, pero en el caso de los más pequeños este acto puede sobredimensionarse.
Aún en tiempos de pandemia, los niños suelen recibir más regalos de los que necesitan. En cualquier caso, sabemos de sobra que un mayor número de posesiones o de juguetes no aumenta la felicidad.
Y, de hecho…
No existe ningún estudio que correlacione la cantidad de cosas materiales que tenemos con nuestro estado de ánimo, porque los vacíos del ser jamás pueden llenarse con el «tener».
Pero, como veíamos en nuestro artículo “5 decisiones coherentes en una navidad +sostenible”, existe una forma responsable de aproximarse a los regalos que incluso promueve valores.
Si detrás del acto hay una intención ética, moral y una coherencia, regalar no tiene nada de malo. De hecho, es una manera preciosa de demostrar el amor que sentimos hacia la otra persona, que piensas en ella, que nos importa su felicidad…
Un regalo post-navideño en forma de gratitud por la nueva ley de mascotas
Definitivamente hay noticias y avances sorprendentes, en forma de ley, que, más allá de cualquier regalo material, merecen toda nuestra gratitud y pueden llegar a ganarse el premio al momento feliz del comienzo del nuevo año.
Para mí y para todas las amantes de los animales, uno de los mejores regalos de Reyes, y premio de gratitud claro, ha sido la aprobación de una nueva ley de mascotas que considera a los animales de compañía seres vivos dotados de sensibilidad.
Aunque parezca algo evidente, y pienses que esta ley no tiene nada de revolucionario, debemos tener en cuenta que, hasta ahora los animales, como mi gata Indiana, eran considerados cosas, meras propiedades, y no tenían derechos.
Ahora sí. Desde hace sólo unos días, con la aprobación de esta ley, todos los animales son considerados legalmente seres sintientes: con sentimientos.
Con esta ley de mascotas, ya estará penado y tipificado el maltrato y el abandono de animales, y, para velar por su bienestar, un juez decidirá la custodia del animal de compañía en casos de separaciones, por ejemplo.
Si entendemos que nuestros animales de compañía son un miembro de la familia más, considero que se ha dado un paso fundamental de consciencia y sensibilidad. Y esta ley va directita a mi bote de gratitud y de premios a momentos felices de 2022.
Aprende a disfrutar y atizar tu gratitud en la antesala de la felicidad
Reflexionando sobre este regalo navideño en forma de ley de mascotas, me acordé en estos días de una foto del año 1955, que llamaron “unos pocos segundos antes de la felicidad”. La deliciosa y excitante antesala de la felicidad…
Ante esta imagen, cualquier palabrita se quedará corta… Y no te costará esfuerzo imaginar la alegría que está a punto de experimentar ese niño.
¿Qué sucede, en esa “antesala de la felicidad”, justo antes de recibir una sorpresa, un gran regalo o una gran noticia?
Parece que el tiempo se detiene y que los sonidos que nos envuelven suenan en off, como ondas que van vienen y se mezclan con nuestra respiración acelerada. Son momentos de calma tensa, de ilusión y de esperanza.
Son instantes que se nos quedan en la retina de nuestra caja del tiempo y de los recuerdos, esos momentos imborrables y mágicos que se dan justo antes de la felicidad.
Lo que una mascota puede enseñarte sobre la felicidad y la GRATITUD
Nos relataba Eduard Punset que los científicos habían demostrado que “la Felicidad estaba en la antesala de la Felicidad” y ponía el ejemplo de su perra: Un perro no es feliz cuando come. El perro salta, ladra, mueve el rabo mientras le preparan la comida; una vez que tiene el plato delante, lo más probable es que apenas le haga caso.
A las personas nos pasa igual, muchas veces nos motiva más la idea de hacer algo, de decir algo, de sentir algo, que el propio acto. Pero a menudo nos olvidamos de disfrutar del camino, porque nos centramos demasiado en la meta.
Y, precisamente el mejor antídoto frente a la cultura de la inmediatez, las prisas, el hedonismo y la facilidad a golpe de clic se puede resumir en el equilibrismo de la foto: gratitud por lo vivido – disfrute del presente – esperanza por lo que está por venir.
Lo que predomina en esa antesala es la capacidad de apreciar la vida y la GRATITUD. Y, a día de hoy, gratitud extra por la nueva ley de mascotas.
Éste para mí es el verdadero sentido de los regalos, las sorpresas y las grandes noticias…
Para mí los regalos tienen que ver con recrearme en la alegría que transmite los ojos de la persona que lo recibe… la felicidad en los ojos del otro, el cariño que acompaña al gesto y la GRATITUD.
El 11 de enero es el recordatorio para celebrar el Día Internacional de la Gratitud
Te recuerdo que cada 11 de enero se celebra el Día Internacional de la Gratitud o Agradecimiento o International Thank You Day. Es una forma de promover y difundir la conciencia de la gratitud como un valor, una forma de vida.
Permíteme que te repita, una vez más, lo crucial que considero el ingrediente de la gratitud en el buen guiso de la felicidad y el poderío psicológico.
Beneficios de practicar la gratitud en tu vida
Todas y todos deberíamos atizar nuestra capacidad de apreciación y aprender a dar las gracias, sean cuales sean nuestras circunstancias de cada día.
Y hablo de dar las gracias no solamente cuando las cosas nos salen bien. Esto sería lo más fácil, pero demos un pasito más acotando la diferencia entre gratitud condicional e incondicional.
Gratitud condicional e incondicional
La gratitud condicional apunta los momentos en los nos sentimos agradecidas porque todo sale como nosotros esperábamos (el viaje perfecto, la cita ideal, el examen bordado, el regalo esperado, gratitud por la nueva ley de mascotas…). En estos casos, conectamos internamente con una sensación de bienestar y realización.
Pero demos un pasito más y profundicemos en el verdadero sentido de la gratitud incondicional: ¿qué pasa cuando todo se tuerce o cuando algo no te sale como lo habías imaginado?
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¿Te frustras, te enfadas y coceas sin aceptar que “lo que es” no coincide con lo que te gustaría?
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Es más, ¿qué pasa cuando no ocurre nada especial, cuando vives un día más, de rutinita normal como todos?
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¿Logras sentirte agradecida entonces un día de “judías verdes” en los que no eres la prota de ningún vídeo musical?
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¿También eres capaz de conectarte con esa sensación de gratitud que te produce tanto placer?
Es, precisamente, en estos casos cuando hablamos de gratitud incondicional y nos referimos más a una actitud, a una manera de enfocar nuestra vida o a unas “gafas de abeja resiliente”. Y a ese puerto al que deberíamos intentar acercarnos.
Porque, como hemos señalado en otros artículos, numerosos estudios demuestran que las personas más agradecidas se sienten más felices y más exitosas. Se encuentran mejor física y psicológicamente y viven su vida con mayor ilusión y plenitud. Y también sabemos por qué.
El mecanismo es evidente…
Cultivar pensamientos positivos (como son los pensamientos de gratitud por la nueva ley de mascotas) nos hace conectar y sentir emociones también positivas.
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En definitiva, ponerte las gafas de abeja, hacer zoom en lo que sí funciona y alimentar los pensamientos de gratitud hacen que te sientas bien.
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Y, siguiendo una lógica similar, si te focalizas en todo lo que no te gusta, en todo lo que sale mal o en todas las desgracias que te han ocurrido, ya conoces el desenlace… Esa espiral de “gafas de mosca” te llevará directita a sentirte mal con emociones perturbadoras.
Parece evidente, ¿verdad? Pues no lo veríamos tan claro si fuéramos conscientes de la cantidad de pensamientos basura (peces cagones) que cultivamos en el interior de nuestra mente (pecera mental), de “mono locuelo”, de manera rumiante y repetitiva.
Ya hemos visto en nuestro artículo “¿Piensas demasiado? Aligera tu equipaje mental ahora” de qué manera nos influyen nuestros “peces cagones” y también hemos aprendido cómo cambiarlos.
En cualquier caso, no hay duda de que el poder que tenemos para sentirnos bien o mal es inmenso y deberíamos tenerlo muy presente a la hora de ponernos unas gafas de ver el mundo u otras.
Por tanto, es muy importante aprender a funcionar con conciencia de gratitud. Si consigues acostumbrarte a hacerlo así, pasarás a automatizarlo, y sin darte cuenta tenderás a buscar siempre algo que agradecer ante todo aquello que te pase.
Por cierto, ciñéndonos a la fórmula de la felicidad de Seligman…
¿Sabías que el 40 % de tu felicidad se origina en las acciones deliberadas que realizas? Apenas el 10 % de tu bienestar se debe a las circunstancias en las que te encuentras. ¿No te parece increíble?
Contrario a lo que has aprendido, tu felicidad (esa que siempre estás buscando) es en realidad fruto de lo que haces para sentirte bien. Agradece, por tanto, mucho y bien, y te sentirás bien.
Es precisamente la GRATITUD el mejor antídoto que conozco para sacarnos de encima el disfraz de víctima quejicosa… ese traje tan poco atractivo como disfuncional.
Sé lista y recuerda que siempre hay más de un ángulo para observar un mismo hecho. Sé lista y elige siempre el ángulo que mejor te haga sentir: el lado de la gratitud y las gafas de abeja.
Un cierre con mucha gratitud
Y éste es mi deseo post-navideño para ti: un bote lleno de premios a momentos felices en 2022 (los de fuegos artificiales, pero también los de rutinita y “judías verdes”).
No esperes a los próximos Reyes y constrúyete, como buena artesana, la vida más plena posible en 2022.
A modo de inyección recordatorio, déjame compartir contigo la siguiente charla TED de David Steindl-Rast: ¿Quieres ser feliz? Sé agradecida.
Pues eso…
Espero que conserves durante todo el año la ilusión, la alegría, la gratitud y el cariño incondicional de los rituales de entregar y recibir regalos… o, mejor aún, de hacer cosas útiles por los demás (todos tus seres queridos, como tus mascotas) y por ti, para seguir guisando una vida con mucho propósito y amor.
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¡Un abrazo enorme y hasta pronto!
Cris. Decideteycambia.
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Soy Cristina Centeno, psicóloga y ahora «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar. |