Hablemos de fatiga mental, de la mano de «Elena», otra de mis pacientes «diamante»
No es la primera vez que hablamos de los tentáculos del agotamiento en nuestras vidas.
Hoy, de la mano de mi paciente “Elena” daremos un pasito más para ponerle cara y solución a un tipo de agotamiento muy frecuente y singular: la fatiga mental.
Con el cambio de puesto y de jefe, en el trabajo he estado sometida a mucho estrés últimamente.
Además, mi pareja y yo estamos en la cuerda floja y siento que tengo demasiados frentes abiertos. Más allá del cansancio físico, siento que estoy arrastrando una sensación de embotamiento mental, como si estuviera a punto del cortocircuito. Es más, no paro de rumiar todo tipo de soluciones y escenarios catastrofistas. ¡Uf! Esto es realmente insoportable… Me duele la cabeza, tengo insomnio, problemas de digestión e, incluso, estoy perdiendo pelo. A veces siento que me va a explotar la cabeza con tantas presiones, tanto estrés y tantos fuegos que apagar. “Elena”, 37 años. Investigadora expatriada en París. |
¿Qué opinas de las palabras de mi paciente «Elena»?
Tabla de contenidos
Ponle cara a tu fatiga mental… cuando no sólo tu cuerpo está cansado
A menudo solemos relacionar el concepto de “fatiga” con nuestro estado o condición física.
Sin embargo, tal y como le ocurre a “Elena”, en muchas ocasiones podemos experimentar una sensación prolongada y extrema de cansancio sin saber que, más allá de estar fatigadas físicamente, es altamente probable que también estemos padeciendo un cuadro de fatiga mental.
Podemos definir la fatiga mental como una disminución o alteración temporal de nuestra eficiencia mental y física, como resultado de situaciones de presión emocional, psicológica o intelectual.
Tal y como le ocurre a “Elena”, este “encarcelamiento” en nuestra pecera afecta de manera directa el estado de nuestro cuerpo, generando múltiples complicaciones y enfermedades.
Los tentáculos de la fatiga mental en nuestras vidas
¿Cuáles son los detonantes más habituales del deterioro general vinculado a nuestra fatiga mental?
Son múltiples las razones por las cuales el deterioro (físico – mental – emocional – funcional) que describe “Elena” puede llegar a manifestarse.
En forma de bolitas del gordo de la fatiga mental, hay determinados indicadores de riesgo que, acumulados, pueden llevarnos a esa sensación de pseudo-colapso:
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La falta de un propósito vital que te motive para levantarte de la cama y comerte el pastel de la vida.
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La acumulación de todo tipo de responsabilidades postergadas.
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La percepción de inestabilidad personal, laboral, sentimental, etc.
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La autoexigencia y el sobreesfuerzo de nuestras capacidades.
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La incertidumbre y la ansiedad por un futuro incierto (tan propios de estos tiempos tan raros de pandemia).
Como ves, (casi) todas podemos sacar del bombo de la suerte este tipo de bolitas y situaciones estresantes.
La gestión de dificultades y cambios forma parte de nuestra vida y ya se trata de un proceso tan natural, será mejor equiparnos y hacer previsión de respuesta no sólo para recuperar nuestros niveles habituales de energía, sino también para mejorar nuestro poderío y nuestro bienestar en el futuro.
¿Cómo puedes enfrentarte a la fatiga mental?
Cuida tu cuerpo y regálate “remansos de guerrera”
Ya que, en gran medida, somos lo que comemos, sé consciente, coherente y selectiva con los alimentos y nutrientes que ingieres.
Más allá de hacer deporte, comer sanito y regalarte un descanso reparador (de unas ocho horitas diarias), te sentirás más empoderada y enérgica dedicando tiempo de calidad a tu bienestar físico.
Ya lo mencionábamos en uno de nuestros últimos artículos, si siempre te entregas incondicionalmente a los demás, cuidas, te ofreces para ayudar, solucionas los problemas del trabajo, de tus hijos, de la vorágine del día a día, de tus compromisos… y no te pones a TI en la agenda para cuidarte, el resultado es claro.
Cuando te diluyes en el “HACER”, no repones tu energía, así que te vacías y te agotas del todo.
No puedes dar a todo el mundo y no darte a TI MISMA.
Para evitarlo, priorízate, planificando, agendando y regalándote, con más frecuencia, actividades nutritivas que te relajen y te re-conecten como meditar, practicar unas asanas y respiraciones de yoga, tomarte un tecito en una cafetería bonita o ir a una sesión de chorrazos en un spa.
Recuerda que tu cuerpo es el templo en donde tu mente descansa. Cuidar y mimar tu cuerpo, por tanto, repercutirá en tu salud emocional y psicológica.
Recupera tu “motor” y tu propósito desde que te levantas
Déjame recomendarte la práctica cotidiana de las afirmaciones personales y de tu gratitud para motivarte en tu día a día.
Puedes aprovechar tus mañanas, para escribir, durante 10 minutitos, afirmaciones, frases positivas que te dan poderío, que te motivan y que te ayudan a pensar de una manera optimista, agradecida y confiada enfocada hacia tus sueños y tus metas de felicidad.
Esa motivación y ese propósito mañanero puede ser la gasolina que te ayude a saltar de la cama con alegría y determinación para afrontar responsabilidades, pero también para regalarte muchos y buenos placeres.
Aléjate de los “peces cagones” que ensucian tu pecera mental
Al hilo de lo importante que es que te nutras bien por dentro y por fuera, déjame recordarte que algunos de nuestros pensamientos, los más negativos y desajustados pueden desnutrirte y ser seriamente dañinos para tu salud bio-psico-social.
Por tanto, flagelarte con ideas negativas sobre tus responsabilidades y tu realidad actual, puede deteriorar gravemente el estado emocional a medio y a largo plazo.
Tal y como hemos tenido oportunidad de rescatar en nuestro artículo: xxxx, puedes evitar o apalear estos peces cagones (tus pensamientos negativos estrella) con un entrenamiento en fortaleza cognitiva:
Caza y reeduca a tus peces cagones
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En un primer momento, aprende a identificar cuándo estás teniendo un “pez cagón” (por ejemplo: Está claro que no lo lograré y que todo saldrá mal).
Pásale la prueba del algodón a tus pensamientos:
¿Este tipo de pensamiento es cierto, funcional y positivo para mi bienestar?
Si nuestros pensamientos no pasan la prueba del algodón, nos toca reestructurarlos o educarlos en positivo, con evidencias de realidad.
- En un segundo momento, educa con cariño, pero firmeza a tu persistente “pez cagón” de la inseguridad personal… Por ejemplo: “Ya logré resolver situaciones parecidas en el pasado, así que es muy probable que también podré con el “marrón” actual”.
Por insignificante o poco creíble que te parezca al principio, te toca invertir la espiral negativa por evidencias positivas que se ajusten a la realidad, te permitan resolver dificultades y te brinden más confianza y emociones positivas.
Te tocará, por tanto, repetirte, escribirte o tatuarte, frases reestructuradas (empoderadas y positivas) tales como “Mis habilidades son mayores que mis retos. Si resolví dificultades y problemas en el pasado, podré seguir haciéndolo en el futuro”.
Este tipo de reestructuraciones y auto-instrucciones es una gran herramienta motivadora durante los tiempos de más dificultad.
Son anclas de poderío que apuntan a nuestras memorias emotivas y que encuentran dentro de tus logros y experiencias pasadas, la motivación para reconectarte con la espartana que llevas dentro y que realmente eres.
Planifica en tu presente y deja de invertir tu tiempo “depre” por tu pasado o ansiosa por tu futuro
Si quieres abandonar las depresivas y nostálgicas aguas del pasado y sobrevolar los cuadros de ansiedad tan propios de sobre-planificar tu futuro, te va a tocar pasar más tiempo con la mente “aquí y ahora”: con tu mente donde tienes tu cuerpo.
Lo único que sí está en tu mano y puedes controlar es este instante… Y ya que este regalito de momento ya encierra todos los recursos que precisas, deberías enfocar todos tus esfuerzos en desarrollar con excelencia y mucho amor lo que puedas realizar (por los demás y por ti) en el aquí y en el ahora.
Planifica tu tiempo estratégicamente
Ahora ya lo sabes: acumular ideas y planes sobre tu futuro únicamente contribuye a que percibas el mañana como una masa de actividades incumplibles.
Para combatir el atoramiento por la intoxicación de futuro lo más efectivo es ir “a mordisquitos”, trazando pequeñas metas a realizar diariamente.
Pasito a pasito, afrontar estas pequeñas metas diarias te facilitará el logro de tus grandes proyectos del futuro.
¡Hora de priorizarte y soltar el látigo de superheroína!
Al hilo de lo anterior, en el momento de planificar tu rutina diaria, olvídate de listas de tareas interminables y céntrate en objetivos claros y abarcables.
Recuerda siempre “ponerte a ti LA PRIMERA” y tener siempre presente que nunca podrás “complacer a todos”.
A la hora de planificar tu rutinita, plantéate preguntas como las siguientes:
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¿Qué beneficios tiene para mí esta actividad (en los próximos 10 minutos – 10 meses – 10 años)?
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¿Con esta actividad mejoro o empeoro el equilibrio entre mi vida personal y laboral?
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¿Cuándo y cómo soy verdaderamente más productiva?
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¿Qué ocurrirá si me priorizo y digo que NO?
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¿Puedo delegar esta tarea u obligatoriamente debo realizarla yo?
Ponte a dieta de móvil y redes sociales
¿Sabías que casi el 30% de los españoles son adictos al móvil?
Consultar a menudo las redes sociales también influye en tu cansancio, porque consumen mucha energía mental (y rumiación en las comparaciones) y tiempo de calidad que no dedicas a otras actividades más importantes.
En muchas ocasiones las redes te sitúan en un estado comparativo, y entonces anhelarás el estilo de vida fantástico (pero poco real) que las influencers muestran, y puedes entrar en un estado de carencia, tristeza y apatía.
Eso te lleva a un cansancio emocional que te dejará decaída y con baja autoestima.
¿El mejor antídoto?
Prueba a hacer un detox de de redes sociales y desconéctate, siempre que puedas.
¿Conoces Apps de apoyo como StayFree o como Forest para superar tu enganche al móvil?
El lema de la App Forest, por ejemplo, es “Concéntrate y vive el presente”. Esta aplicación que estoy recomendando a mis pacientes pretende ayudarte a desconectar del móvil de forma temporal para centrarte en lo más importante de la vida.
Una vez superado el “mono” sentirás mucha liberación. Se trata de que desconectes, para luego volver a conectar con otra perspectiva, después de haber tomado distancia.
A modo de energética y empoderante guinda de autocuidado
Como tú misma puedes apreciar, poner límites, priorizarte y sobrevolar la dependencia emocional son claves que también te ayudarán, por una parte, a superar tu fatiga mental y a recuperar, por otra, tu poderío personal.
Hasta aquí todo lo que quería contarte sobre la fatiga mental. No dejes de compartir estas claves con otras espartanas que también quieren darle un puntapié a su agotamiento más mental.
Y tú, ¿cuándo te detendrás para afilar tu hacha?
¿Necesitas unas claves extra para darle un puntapié a tu fatiga mental?
Decídete ya y reserva tu sesión estratégica
¿Quieres que te ayude personalmente a construir un plan de acción alineado con una vida plena, feliz y con propósito? ¡Decídete ya y cambia para mejorar tus metas y tu vida!
Creo firmemente que un psicólogo online puede ayudarte a mejorar la forma en la que manejas tu energía, tu productividad y tus descansos en el día a día.
Si quieres que te tienda un puente extra de gratitud, bienestar y poderío psicológico (estés donde estés), es muy fácil…
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¡Un abrazo y hasta pronto!
Cris. Decideteycambia.
Soy Cristina Centeno, psicóloga y ahora «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar.
¿Te ayudo a liderar la vida que realmente quieres y mereces? |