Madre Tierra… Un brindis de humildad y bienestar
El 22 de abril celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra, y como parte del problema y de la deuda que tenemos con nuestro planeta, permíteme que hoy reflexione y nade un poco entre las aguas de la sostenibilidad y la psicología…
Eso sí, el artículo de hoy también incluye doble dedicatoria: a nuestra Madre Tierra, por supuesto, y al acicate y el estímulo constante de mi querida mujer diamante Mariyo. ¡Decídete y camina distinto!
Tabla de contenidos
Porque si no probamos nuevos intentos de solución más sostenibles, “nos vamos a pique”
Éste podría ser perfectamente una de las collejas que mi amiga Mariyo podría darnos en un día como hoy para espabilarnos frente a la magnitud de los problemas ambientales de nuestra Madre Tierra.
Mariyo es la espartana que conozco que más sabe de educación ambiental (entre otras muchas cosas) y la que más me ayuda a mejorar mis prácticas de sostenibilidad. GRACIAS siempre por ser y estar desde hace más de 20 años en mi planeta sentimental.
Tan parte del problema y tan parte de la solución
En tiempos pandémicos el 22 de abril celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra con el objetivo de concienciarnos sobre los problemas generados por la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales.
Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero. Jefe Seattle
Restaura tu Madre Tierra para mejorar tu salud (bio-psico-social)
Entre otras muchísimas lecciones de vida, la Covid nos ha demostrado, sin lugar a dudas, que la salud de nuestra especial humana está íntimamente ligada con la salud de nuestro planeta Tierra.
El deterioro y la enfermedad multifactorial de la Madre Tierra
El maltrato sistemático de nuestro descuido y maltrato a la Madre Tierra, la pérdida de biodiversidad, la producción agrícola y ganadera intensiva, la deforestación, son factores que pueden aumentar la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos.
De acuerdo con el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), cada cuatro meses surge una nueva enfermedad infecciosa en el ámbito humano. Y de ellas, el 75% proviene de los animales.
De esta premisa podemos extraer esa vinculación tan estrecha entre salud humana, animal y ambiental.
Haz algo para celebrar y mejorar la salud de nuestra Madre Tierra: elecciones y cambios sostenibles
El Planeta no nos va a esperar y ya es momento de ACTUAR.
Nuestro planeta es precioso y aún es posible minimizar nuestro impacto y luchar por un cambio positivo.
Mientras se terminan de poner las pilas en España con las máquinas para reciclar botellas de plástico, como podemos ver en cualquier supermercado y aeropuerto de Alemania, hoy ya puedes introducir acciones de cambio en tu vida y tu ecosistema.
Te animo a poner en práctica una acción tan sencilla como reutilizar y rellenar todos tus envases.
Con este simple cambio de hábito en tu día a día podemos ahorrar toneladas de plástico cada año.
También hoy puedes fijarte y reforzar las buenas prácticas de consciencia, coherencia y sostenibilidad de las personas de tu entorno nominando a alguien como «campeona de la Tierra». En mi caso, ese premio de honor a “campeona de la Tierra” va directito para mi querida Mariyo. 😉
También podrías dar ejemplo cuidando el pedacito de tierra que te toca cerca, formando un grupo de repoblación, limpiando un pedacito de bosque o una playa, o simplemente educando a los más peques para que aprendan a cuidar y respetar la naturaleza.
Aquí en las escuelas de Baden-Baden, trabajan la responsabilidad individual- social y ambiental con diferentes prácticas bastante interesantes. Los coles organizan, por ejemplo, un día semanal para limpiar y mejorar con los más pequeños, los senderos de la Selva Negra.
Hagas lo que hagas, puedes compartir tus buenas prácticas en las redes sociales o conmigo @Decideteycambia, con las etiquetas #DiaInternacionaldelaMadreTierra #DiadelaTierra.
La Madre Tierra tiene una carta para ti
Y al hilo de lo anterior, déjame compartir contigo una carta simbólica que la Madre Tierra tiene hoy para todas y todos nosotros.
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Querida amiga humana: Soy tu madre Tierra, tu Gaia. Te invito a ponerte una oreja por dentro para escucharme con más nitidez. Siempre estoy presente en tu vida, en todos tus momentos, actividades y ecosistemas que frecuentas. Fluimos juntas y me convierto en toda la vida que das y toda la vida que recibes. El aire que inhalas, es el mismo aire que mis árboles exhalan. El agua que fluye por tu cuerpo es la misma agua que fluye por mis ríos. Soy el agua que bebes todos los días, soy los alimentos que saboreas, soy también la sangre que bombea desde tu interior, soy todos esos seres vivos (seres “diamante”) que te observan, que te esperan, te “acachorran” y te calientan el alma. Si te paras a escucharme con cuidado, me sentirás en silencio en tu hogar, en tus paseos por el bosque, en tu trabajo o tu escuela, en tu coche, en el transporte público. Velo por ti y te acompaño a todos lados. Ya que somos UNA y la misma realidad “disfrutona” y “doliente”, seguro que ya sabes lo vengo a recordarte. Déjame decirte que las huellas del capitalismo y el consumismo descontrolado dejan heridas imborrables en mi piel. Siéntelas tú también y da un paso atrás de coherencia, con nuestras necesidades reales, antes de afrontar tus elecciones, tus compras y actividades de consumo. Ya que somos la misma piel, probablemente tú también sientas la quemazón y el desgarro que me recorren por la muerte de cada árbol, de cada abeja, de cada vaca, de cada pez. Tus ojos y los míos también pueden ver una Tierra agonizante por el salvajismo irracional, egoísta e inconsciente. Atiza tu empatía y tu capacidad de escuchaNo dejes entonces de escuchar mis gritos de auxilio. No dejes de cuidarme, de abrazarme y de hablarme con empatía, por favor. Apaga, entonces, tu mente de mono y enciende tus sentidos. Párate y escápate unos minutos de tu vida frenética, monopolizada, incierta y alocada… Una vida aún más agitada en tiempos de pandemia. Déjame fluir y déjame sentir contigo la vida plena e interconectada. Ponme también un altavoz con tus palabras, ya que hablo para ti y a través de ti. Déjame igualmente convertirme en tus manos y construir el mundo que ambas deseamos. Toma consciencia nuevamente de que estoy dentro de ti y en cada uno de tus pasos. Permíteme, entonces, ser tus pies para sentirnos y disfrutarnos al caminar. Recuerda que el viaje más largo (como la vuelta al mundo) siempre comienza con un primer paso. Sabes muy bien que en ese caminar por la vida nos gusta ser UNA. Somos una: tú y yo, en cada una de nuestras ilusiones, nuestras elecciones y nuestros cambios. Te brindo además el poderío, esa fuerza que te fluye ancestral, antigua y magnética. Yo sé que sientes nuestro poderío, el que te conecta con tus valores, con tus necesidades y con esos anhelos que a veces rugen y te piden salir.
Visualízate como un árbol libre y ahora:
Protégete y protégeme. Abre los barrotes y déjame en libertad, porque sólo así tú serás tú, yo seré contigo, y tú serás con todos los demás. Déjame recordarte que, cuidándome, te estás cuidando a ti y estás cuidando a todos los que amas.
Con todo mi AMOR, Tu Gaia, tu Madre Tierra. |
Feliz día, hoy y siempre, Madre Tierra.
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No soy una experta en sostenibilidad y medio ambiente, pero si quieres que te tienda un puente extra de consciencia, bienestar y poderío psicológico, es muy fácil…
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¡Un abrazo y hasta pronto!
Cris. Decideteycambia.
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Soy Cristina Centeno, psicóloga y «acanariada» feliz. Te muestro claves de psicología y coaching que te ayudarán a soltar lastres, a zambullirte con humor y confianza en la incertidumbre, a liberarte de tus miedos y tu apatía, a tener más claridad, firmeza y autenticidad a la hora de decidir y cambiar. |