¿Cómo saber si estoy siendo coherente conmigo?

Cuando dices algo y piensas otra cosa diferente. Cuando piensas de una manera, sientes otra y acabas haciendo algo que posteriormente te arrepientes.

Cuando quieres conseguir una meta y te boicoteas a ti mism@. 

Cuando realizamos algo y no queremos hacerlo, y se repite en determinadas circunstancias y ámbitos de la vida, nos estamos perjudicando a través de la incoherencia. 

Lo que hacemos es rechazar, evitar o ignorar lo que sentimos y necesitamos, y, en última instancia, lo que somos.

La coherencia interna te abre la posibilidad de actuar en base a lo que sientes y piensas. 

Dicho así parece algo sencillo, sin embargo, es frecuente que finjamos, callemos, silenciamos, posterguemos la expresión de nuestros deseos y necesidades. 

Además, solemos contarnos historias para justificar lo que hacemos o nuestra propia incoherencia.

Vivir en incoherencia responde a rechazar o reprimir las emociones que sentimos, y al no darles el espacio, se manifiestan de manera excesiva, descontrolada y perjudicial.

La honestidad es más que no mentir. Es decir la verdad, hablar la verdad, vivir la verdad y amar la verdad.

James E. Faust

¿Cuáles son los tres centros que podemos sintonizar?

Pensamiento

El pensamiento, el diálogo interno y el lenguaje tienen un pulso, un peso y una fuerza que abre o cierra posibilidades. Son potenciadores o limitantes.

El lenguaje no sólo es descriptivo (nos permite describir lo que ya existe); también nos permite crear una realidad que todavía no existe.

El pensamiento es un proceso cognitivo que nos permite a organizar la realidad que nos rodea, recogiendo y organizando la información que nos llega del exterior y de nuestro mundo interno.

Sin embargo, no es la única vía resolutiva que el ser humano posee.

Existen pensamientos automáticos e irracionales que ocultan, ignoran, disfrazan y se alejan de la realidad. Las distorsiones cognitivas son esquemas que sesgan la realidad objetiva. En ocasiones, sin darnos cuenta, realizamos evaluaciones de situaciones que vivimos que nos llevan a emitir juicios distorsionados sobre las mismas, utilizamos un lenguaje víctima, críticas destructivas y con ello, nos colocamos “fuera” del campo de posibilidades de acción resolutiva y creativa. Estos pensamientos distorsionados generan un impacto en el campo emocional y corporal.

Conocer cómo pensamos, que lenguaje utilizamos con nosotr@s mism@s y con l@s otr@s, nos permite darnos cuenta de los sesgos y las distorsiones recurrentes, y nos abre la posibilidad de desarrollar pensamientos más objetivos acorde a la realidad percibida.

A medida que soy consciente de mis pensamientos, se amplía mi capacidad de aprender a generar un lenguaje responsable (que me brinda la habilidad de responder a las situaciones), un diálogo interno amable y compasivo. 

Emocionalidad

Las emociones son las voces de tu alma

La emoción condiciona la experiencia y define el espacio de acciones posibles.

Las emociones son un fenómeno biológico, son reacciones fisiológicas (respuestas neuroquímicas y hormonales) que genera el cuerpo ante estímulos externos (del entorno) o internos. Su función primordial es la supervivencia y nos ayudan a responder y a relacionarnos con el entorno. Los cambios están basados en experiencias que dependen de la percepción, la actitud, las creencias que utilizamos para percibir y valorar las circunstancias. 

La función de las emociones es brindarnos información sobre cómo reaccionar ante lo que sucede externa e internamente y darnos la posibilidad de cubrir la necesidad que presenta nuestro cuerpo.

Por tanto, las emociones se manifiestan en el cuerpo y determinan nuestra forma de pensar y actuar, es decir, condicionan la percepción y la acción; así como los pensamientos y emociones afectan a la fisiología, al cuerpo. 

Las emociones se activan de manera inconsciente, por lo que ni el control ni el juicio pueden ayudarnos, tan solo podemos elegir como gestionarlas y utilizar aquello que estamos sintiendo a nuestro favor y/o a favor de las circunstancias.

La emoción condiciona la experiencia y define el espacio de acciones posibles.

El hecho de observar las emociones nos abre la posibilidad de reconocerlas, gestionarlas e intervenir en ellas (desde la contemplación y la respiración) para aprender a reaccionar cuando sea necesario y responder conscientes eligiendo la respuesta más conveniente a la situación.

Aprender a reconocer, aceptar y expresar nuestros estados internos nos lleva a nuestro proceso de crecimiento, evolución y libertad personal. 

Corporalidad

El cuerpo sabe, es honesto, expresa, se comunica.

El cuerpo sabe, es honesto, expresa, se comunica.

El cuerpo se expresa a través su forma, su peso, su movimiento, los gestos, la voz, sus síntomas físicos, psicológicos, su dolor, sus emociones. 

Expresa la calidad del contacto que establecemos con nosotr@s mism@s y con los otr@s.  A través de estas formas de expresión el cuerpo ratifica, acompaña, enfatiza o contradice lo que decimos con palabras (la representación mental).

Cuando las emociones están contextualizadas en el cuerpo, la regulación de las mismas es más beneficiosa para el organismo que si estamos desconectados del cuerpo.  Gracias a la corporalidad, las tensiones y los bloqueos de la expresión emocional se revelan. El cuerpo, merece tanta atención como lo merece nuestro pensamiento y nuestras emociones.

Para conocernos y comprendernos es necesario reconectarnos al cuerpo que somos, observar sus señales, escucharle, sentirle y acompasarnos a su ritmo básico desde la presencia.

Utilizamos el cuerpo desde la confianza como lugar de gestión de lo que nos sucede y para armonizar, sintonizar y equilibrar pensamiento y emoción.

coherencia interna con movimiento expresivo

Te invito a construir tu coherencia emocional interna

El simple hecho de observar y reconocer, permite la honestidad necesaria para un reajuste interno que abre la posibilidad de coherencia. Para ello, es necesaria la contemplación, sumergirse en el reconocimiento interno, observar sin juicio nuestra emocionalidad, los pensamientos asociados, distinguir las distorsiones cognitivas activas y gestionar lo que emerge para permitir que nos encuentre la armonía de vivir en coherencia entre sentir, pensar y actuar.

A través del proceso, caminaremos la pregunta: ¿Quién quieres ser tú con respecto a lo que está sucediendo? Sin esperar a que el cambio o la solución venga de fuera, sino gracias a una transformación interior. 

Estar en coherencia significa pensar, sentir y moverte como invitación a crear una realidad acorde a lo que eres. Es estar conectad@s a nuestra necesidad y nuestros deseos, a través de la compasión y la amorosidad. Todo ello se traduce en poder interior y manifestador (creador) donde se utiliza la fuerza emocional a nuestro favor: la fuerza del miedo, de la frustración, de la tristeza, dándolas espacio, aceptando lo que sentimos, y haciendo que todo lo que acontece dentro, nos sirva, nos ayude, nos invite abrir posibilidades y recursos dentro de nosot@s mism@s.

“La observación es la llave 
y nuestro amor por nosotros mismos es el ingrediente básico”

Gurdjieff.

¡También puedes unirte a una clase de movimiento expresivo!

Integrum son sesiones grupales para la expresión y el movimiento corporal como forma de autoconocimiento. Descubrir la relación que tenemos con el movimiento, permite expandir nuestro repertorio para facilitar un espectro más amplio de formas de expresión, de carga y de descarga, de gozo, de conexión con lo emocional a través del cuerpo.

La metodología se sustenta en el movimiento, la quietud, el silencio, la expresión, la creatividad y la consciencia; e incluye tres componentes:

  • La observación
  • Los tres dominios
  • La necesidad y la voluntad

Las sesiones de Integrum son una integración de las siguientes disciplinas:

Psicología, Proceso Corporal Integrativo, Coaching ontológico, Inteligencia Emocional, Contact Improvisación, Contact Integrativo, Bioenergética, Biodanza, arteterapia y otras técnicas contemplativas que ayudan al autoconocimiento, el desarrollo y la transformación personal.

Sin importar la forma, lo esencial es que a través del movimiento corporal uno encuentre su propio ser. La danza desbloquea la energía acumulada en nuestro cuerpo y permite su circulación de forma libre, expansiva y placentera. 

¿Necesitas apoyo adicional? ¡No dudes en buscarlo!

Soy Rocío, psicóloga y coach personal/profesional que integra cuerpo, mente y emoción en los procesos de acompañamiento personales, grupales y formativos.

Investigadora de la conciencia, la capacidad y el potencial humano; amante del movimiento y la expresión corporal. Licenciada en Psicología, Máster en Coaching Profesional, formación en Coaching Ontológico Empresarial (Equipos de Alto Rendimiento), Nutrición y de Pareja, Mindfulness, Practitioner y Máster en Programación Neurolingüistica (PNL).

El placer por la danza me lleva a disfrutar de la misma en diferentes disciplinas y a formarme como bailarina. Actualmente investigo PCI (Proceso Corporal Integrativo) y terapia energética para complementar y profundizar en la consciencia del cuerpo, la expresión, el movimiento y su relación con la mente, la emoción y la salud.

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